Los niños de entre 2 y 5 años prueban en Bilbao la nueva vacuna de la gripe sin pinchazo

La pequeña ha acudido al ambulatorio de Solokoetxe junto a su madre y su hermano, que tiene quince meses. Él también debía vacunarse, pero en su caso la dosis se ha administrado por vía intramuscular al ser menor de dos años. El niño ha sido el primero y aunque el pinchazo le ha provocado el llanto, los cariños de su ama y el chupete han remediado velozmente cualquier mal.

Posteriormente ha sido el turno de la niña. A pesar del nuevo tipo de vacuna la pequeña no lo tenía muy claro. Una de las enfermeras presentes reconocía que los niños han desarrollado un cierto miedo a la administración intranasal tras el Covid. La pequeña lo demostró con creces, aunque Jon, enfermero del ambulatorio, con la ayuda de su ama, han logrado ponerle la vacuna. Tras recibirla los lloros han cesado al instante, lo que prueba que esta novedoso formato no provoca dolor alguno, de ahí que Osakidetza confíe en que haya una mayor adherencia a la campaña. Ya vacunada, ha salido feliz y calmada del Ambulatorio, con una gran pegatina para acreditar su valor. Su hermano también ha recibido una.

La nueva campaña comienza por los mayores de 60 años y aquellas personas consideradas como grupos de riesgo: personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, profesionales sanitarios y trabajadores de residencias. Se les administrarán las vacunas de la gripe y del Covid. Esta última ha sido actualizada para hacer frente a la variante ómicron.

La intranasal será exclusiva para la población infantil. Los demás grupos recibirán la vacuna intramuscular, que al ser tetravalente, aumenta la protección frente a las diferentes cepas de la gripe.

Entre los mayores Milagros, de 95 años, ha sido la primera en recibir sus dosis. Al salir afirmó encontrarse «estupendamente» y ha hablado sobre la importancia de la vacunación «y más con la edad que tengo». Milagros ha explicado que se ha vacunado todos los años e incluso bromeaba con que «ya tengo cita para el año que viene».

«Tengo 96, que ya son años», reconocía Francisco José con una sonrisa minutos antes de su turno. Señaló que se pone la vacuna «todos los años» y que lo hace «por seguridad». Otras personas se expresaban en términos similares tras recibirla. Coincidían en que lo hacen cada año y que ya se ha convertido en una rutina. Incluso algunos que no tenían la estricta necesidad de recibir la del Covid lo han hecho «por prevenir». Muchos destacaban que las vacunas «les van muy bien» y animaban a todo el mundo a hacerlo «para su seguridad y la de todos los demás».