El papel del Papa y la Iglesia a nivel mundial cuando la crisis acabe
Considera el obispo de Bilbao que la etapa posterior a la pandemia requerirá de la sociedad «el esfuerzo por paliar con altura de miras y ... sin intereses particulares sus consecuencias». Una tarea en la que ve necesaria «la colaboración estrecha entre el sector público y el privado, entre las instituciones civiles y religiosas, así como tanto al interior de los países como en el ámbito internacional sin dejar atrás a los más empobrecidos».
En ese contexto, cree Mario Iceta que la Iglesia y el actual pontífice son una referencia ética con un peso mundial, como en distintas etapas lo tuvieron Pablo VI y Juan Pablo II, cuyos discursos ante la Asamblea General de la ONU aún se recuerdan. «El testimonio y las palabras del Papa Francisco son acogidas con gran respecto y altamente valoradas no solo por los católicos sino también en muchos ámbitos a nivel mundial. La homilía de la oración que presidió el pasado 27 de marzo contiene reflexiones de profundo calado con propuestas que pueden iluminar el camino a seguir. No solo su Magisterio es especialmente luminoso en estas últimas intervenciones, sino con el que viene sembrando el camino de la Iglesia y de la humanidad durante su servicio como sucesor de Pedro».
Francisco, como los papas citados más Juan XXIII o Benedicto XVI, añade, es «un referente ético y de pensamiento en un mundo donde hacen fortuna pensamientos inconsistentes, demagógicos y superficiales».
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