Pantalones que 'cuestan' al planeta 5.000 litros de agua
Ni consumo de recursos naturales ni emisiones a la atmósfera. Lo que no va a la tienda se recicla o sirve para producir energía, nada acaba en el vertedero
La reutilización y el reciclaje son el pilar que sostiene no sólo a Koopera, sino a todas las iniciativas que pivotan en torno al consumo ... sostenible. Esa búsqueda incesante del 'Residuo 0' preside las acciones de esta red, que reorienta el 60% de los artículos que recibe –en su mayoría textil– a las 32 tiendas que la red cooperativa tiene repartidas por 11 provincias y dos más en Chile. Pero, ¿qué pasa con el resto? «La mayor parte (el 32%) son prendas que no están en condiciones para ser vendidas en una tienda, pero sí para aprovechar su materia prima», explican los técnicos de la planta de tratamiento de Mungia, en consonancia con los postulados de la economía circular.
Así, un bolso roto, un vestido con manchas o esos 'jeans' reventados con los que se volvió de aquellos Sanfermines especialmente demoledores pueden acabar convertidos en alfombrillas para coches o paneles de aislamiento en la construcción. Incluso, la industria trabaja en procesos que permiten obtener hilo nuevo a partir de estos descartes y desechos, y crear así tejidos sin consumir más recursos. Se separan el algodón, la lana, el poliéster; se quitan los botones, las cremalleras... y se clasifica todo en balas para su posterior utilización. Sólo el 8% de los materiales recogidos en el contenedor blanco se destina a incineración para obtener energía. Y, lo más importante, nada acaba en el vertedero.
El 20% de los tóxicos
Óscar Reyes, uno de los camioneros a cargo de la recogida de Koopera, luce en su chaleco pintado a rotulador un mensaje que es toda una declaración de intenciones: «En un mundo en evolución, reutilización». sabe de lo que habla. Por sus manos pasan a diario pantalones como el de Raquel que han 'costado' al planeta entre 3.000 y 5.000 litros de agua. ¿Cómo es posible? El cultivo del algodón consume este recurso escaso en grandes cantidades, lo mismo que los procesos para lograr ese aspecto desgastado que tanto se valora. Y eso por no hablar del uso intensivo de pesticidas y las emisiones contaminantes a la atmósfera que deja el proceso. «La industria de la moda está detrás del 20% de los tóxicos del planeta –sostienen desde Koopera– y ahora estamos consumiendo cuatro veces más ropa que en los años 90».
En este contexto es fácil encontrarle utilidad a la iniciativa de Koopera, cuya planta de Mungia recoge y procesa al año más de 10.000 toneladas de ropa. ¿En qué se ha traducido esta labor desde el punto de vista medioambiental? En mucho. Se han reducido en 28.668 las toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera y en 609.951 los metros cúbicos de agua consumidos. También se ha recortado el consumo eléctrico, nada menos que 46.875.836 kw/hora. Echen cuentas.
En su contexto
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1.130 contenedores tiene Koopera repartidos por todo el norte peninsular, desde Vigo hasta Rentería. la mayoría, 743, están en Euskadi. Le siguen en volumen de recipientes Asturias (177), Cantabria 150) y Galicia (60 repartidos entre A Coruña y Pontevedra).
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Solidaridad cantábrica Por el Koopera Reusing Center de Mungia pasan casi 13.000 toneladas de artículos al año. Bizkaia es la provincia que más aporta, con 4.800 toneladas, seguida de Guipuzkoa (2.600), Asturias (2.000), Cantabria (1.300), Álava (1.100) y Galicia (800).
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¿Dónde están? En Bizkaia: Ermua (Goienkale 12), Durango (Artekale 33), Galdakao (Ganekogorta 8), Bilbao (Fernández del Campo 16, Dendarikale 27, Blas de Otero 11), Portugalete (General Castaños 29), Barakaldo (Bizkaia 25) y Getxo (Ibaiondo 7 y Sarrikobaso 15). En Álava: Vitoria (Postas 31, Los saez de Quejana y Fueros 3). En Gipuzkoa: Eibar (Zuloaga-tarren 5), San Sebastián (Moraza 14 y Duque de Mandas 10), Irún (Serapio Múgica 7) y Renteria.
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