Nostalgia y humor para homenajear a 'La loca de Arriquíbar'

Fue de joven una mujer moderna, independiente y adelantada a su tiempo, pero, con los años, cayó en el olvido. Cuentan que enloqueció de amor por culpa de un hombre. Perdió la cabeza y empezó a convertirse en el hazmerreír de los muchachos del barrio. «Los niños se reían de ella», recordaron ayer los protagonistas de uno de los montajes teatrales del Euskalduna de la próxima Aste Nagusia.

De la mano de la directora y actriz Gurutze Beitia, metida otra vez en las funciones de realizadora; el dramaturgo Txema Parra, y las actrices Karmele Larrinaga y Gemma Martínez, que da vida a Fortunata y atraviesa uno de los mejores momentos profesionales de su carrera, disertaron sobre el drama que persiguió a Rosa, a la que los históricos Mocedades rindieron un sentido homenaje con letra de José Luis Perales.

Las protagonistas llegaron ayer a la mañana a las inmediaciones del Palacio de Congresos y de la Música en un autobús de época, el famoso 'azulito'. Entremezclaron ironía, comicidad, ternura y desaliento en una rueda de prensa realizada al aire libre y con un banco como simbólico reclamo por su similitud con el que en tantas ocasiones se sentó Rosa a tejer. Gurutze Beitia sacó a relucir su vis cómica y provocó la risa casi sin intentarlo. Atrapada en un enjambre de micrófonos, reconoció sentirse «un poco Ayuso» y adelantó que la pieza es una montaña rusa en la que el público «se va a reír y emocionar mucho».

Un mundo de contraposiciones, como la vida de Rosa, que vivió sola hasta que contrató a una joven para cuidarla y con la que entabló «una historia de amistad y de conexión femenina» que Txemi Parra emplea para embarcarnos en un viaje cómico y de nostalgia con las enfermedades mentales como telón de fondo.