El colegio de Zaratamo baraja mezclar a los alumnos de diferentes edades de Primaria
La medida implicará un cambio de metodología, a una más innovadora, y pretende frenar el descenso de matriculaciones
LEIRE PÉREZ
ZARATAMO.
Miércoles, 11 de abril 2018, 02:00
Las escuelas de pueblos con pocos habitantes se enfrentan a un número cada vez menor de alumnos, algo que, por otro lado, también está afectando a colegios de municipios más grandes por el descenso de la natalidad. Una realidad que cerrará aulas en los próximos años y que obliga a los equipos directivos a innovar. El colegio público de Zaratamo es uno de los centros de la comarca que lleva tiempo sufriendo la caída de las matriculaciones. Con alrededor de un centenar de escolares, ha registrado para el próximo curso apenas once nuevas inscripciones. No es un mal dato, llevan tiempo acostumbrados a manejar números bajos. A día de hoy, nueve niños de 2 y 3 años comparten conocimientos y ratos de juego en la misma aula, algo extraño en otros centros en los que hay de media veinte alumnos de la misma edad por clase. En el curso de 4 años también hay nueve pequeños, por lo que no se descarta juntar a los de 4 y 5 años en el futuro.
Pero además, con el parón de nacimientos, los responsables de colegio quieren aplicar, para ser más atractivos, un «cambio de metodología en Primaria». Será una forma de aprovechar la situación para aplicar técnicas innovadoras, que ya se imparten en centros concertados e incluso a través de métodos reconocidos como el Montessori, adoptado por el Colegio Bizkaia, uno de los centros más valorados a nivel de España.
Según explica el director del colegio, Iñaki Urkiza, se está valorando «mezclar niños de distintas edades en la misma aula en Primaria», algo que también se hace en la comarca en las escuelas de Arrankudiaga y Zeberio. «Es difícil seguir una clase con niños de distintas edades si utilizan libros, por lo que estamos pensando un cambio para que aprendan a base de proyectos» en lugar de por temas, comenta. El sistema sería similar al que se utiliza en Infantil, donde los pequeños están acostumbrados a trabajar en grupo y por txokos. Seguir esta nueva metodología generará un esfuerzo añadido a los profesores, que tendrán una mayor formación. «Nos hemos puesto en contacto con otros colegios para saber cómo lo hacen», avanza.
Colegio familiar
Aunque ser un centro con pocos alumnos también tiene sus beneficios. En sus aulas se respira una fuerte dosis de familiaridad y los docentes pueden dedicar más tiempo a cada alumno. «Las escuelas pequeñas también tenemos ventajas. Desde el primer año los profesores conocen a todos los alumnos, aunque no les den clase», defiende Urkiza.
Sin embargo, hay padres que no aprecian los beneficios de que sus hijos tengan una especie de hermano mayor en la misma clase que les ayude en su aprendizaje. El año pasado «dos familias» decidieron que sus hijos fueran finalmente matriculados en otros colegios. «Pensaban que se iban a retrasar, aunque eso no es así. Los que son más despiertos ayudan a los que van por detrás y además aprenden a respetar el ritmo, a ayudarse, a acompañarse y a ser menos individualistas», asegura.