«Si un camión se queda atrapado y hay una urgencia no podemos abandonar Arakaldo»
Cruzar un puente con una anchura que sólo permite circular a un vehículo es la única alternativa para entrar y salir del municipio
LEIRE PÉREZ
ARAKALDO.
Sábado, 23 de septiembre 2017, 02:00
Acceder y abandonar la pequeña localidad de Arakaldo en ocasiones se antoja complicado. Un único y estrecho puente permite entrar al municipio de 150 habitantes, el menos habitado de Bizkaia. Los coches circulan sin mayor problema, a pesar de que únicamente cabe un vehículo, por lo que los que transitan en sentido contrario deben esperar. Los problemas se dan cuando un autobús escolar o camión de gran tonelaje atraviesan la estructura ubicada sobre el río Nervión para llegar a la localidad. En más de una ocasión se han quedado «atascados», según relatan los vecinos. «Si un trailer se queda atrapado y hay una urgencia no podemos abandonar el pueblo. Hace un par de años un camión se equivocó, el GPS le mandó mal y estuvimos un día sin poder entrar en coche», explica uno de los residentes, Hermenegildo Eguia.
Fue el episodio más aparatoso de los que han sufrido, aunque no el único, porque el tránsito de vehículos de gran tonelaje es una constante en una la localidad que vende madera de sus montes, una actividad imprescindible para las arcas del Consistorio. «En más de una ocasión la rueda se sale fuera del puente o se quedan atascados a la hora de dar el giro», asegura Arantxa Gorostidi. «Cada vez que un camión se queda atravesado estamos cuatro horas incomunicados. Si pasa algo, ¿cómo salimos?», se pregunta. Propietaria de un negocio, lamenta que por esos incidentes se le pueda «escapar una venta. Si vienen y no pueden acceder igual ya no vuelven».
La preocupación se extiende a los más pequeños, porque una treintena de niños viajan cada día en autocares a la ikastola de Llodio y a otros centros educativos como la escuela pública de Arrankudiaga. Girar para adentrarse en el vial al dejar el municipio es prácticamente imposible para los vehículos grandes, así que las empresas de transporte escolar siempre que pueden intentan que los pequeños viajen en autobuses de pequeñas dimensiones.
El alcalde, Jabi Asurmendi, ratifica las quejas vecinales. «No cumple en accesibilidad, tiene dificultad de accesos para los vehículos, riesgo para los viandantes y se taponan los vanos», describe, aunque a renglón seguido recuerda que «estamos en negociaciones con la Diputación». El mandatario local precisa además que «antes del verano nos presentaron una propuesta para regular el tráfico, pero creemos que no ataja el problema, así que nuestros técnicos centrarán sus esfuerzos en que se construya un puente nuevo». Portavoces de la Diputación, por su parte, avanzan que se está «trabajando para resolverlo».