Un belén que salva vidas
Txomin Bustinza recupera las visitas a su original nacimiento y donará lo recaudado en ellas a la Asociación Española contra el Cáncer
A pocas horas de que el galdacanés Txomin Bustinza abra las puertas de su taller a los vecinos del municipio, todo está ya preparado para dejar a más de uno con la boca abierta. Y es que el belén más famoso de la localidad regresa a la esfera pública tras dos años cerrado por la pandemia. Bustinza dedica gran parte de su día durante el resto del año a construir uno de los paisajes navideños más originales. Las casas de su gran belén están basadas en construcciones reales de Galdakao y sus alrededores, imponentes caseríos elaborados con piedra y madera y a los que no les faltan circuitos eléctricos que simulan el fuego y hacen circular el agua por las fuentes y arroyos. A partir de este jueves las visitas a su taller serán habituales y todo lo que recaude con la solidaridad de su público irá destinado a la Asociación Española contra el Cáncer. En la última edición que se pudo celebrar, recaudó «algo más de 3.000 euros».
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Un trabajo que él mismo define entre risas como «un hobby muy caro». Y es que a su belén no le falta de nada. A los personajes y escenarios que podrían encontrarse en otras construcciones, Bustinza añade un toque personal con la recreación de casas que formaron parte de Galdakao o que aún hoy lo forman. Además, el belen cuenta con un circuito especial para simular el paso del día y las inclemencias del tiempo, ya que cuando llega la noche a su taller, el sonido de los truenos da paso a un aguacero al que sigue una bonita nevada.
Bustinza comenzó hace tiempo a diseñar y construir sus casas y ermitas, «hará unos quince años», apunta, pero el gran salto de compartir su belén con el resto del mundo fue una decisión que llegó, «porque me insistieron mis familiares y amigos, yo siempre hacía un belén en casa para los críos», pero desde hace unos años su creación alcanza a miles de personas cada navidad. Este año será especial por un motivo más, y es que las últimas dos navidades tuvo que cerrarlo al público por las restricciones de la pandemia. «Estoy encantado y feliz de poder enseñarlo de nuevo», asegura.
A la entrada de su taller, Bustinza ha colocado una hucha para que los visitantes que lo deseen puedan dejar una aportación que irá destinada a la Asociación Española Contra el Cáncer, aunque el pago al esfuerzo y las horas de trabajo para él es otro: «Veo más dientes aquí dentro que los dentistas», bromea refiriéndose a las sonrisas que se desprenden de grandes y mayores cuando se acercan a ver su obra. Su belén se puede visitar en el número 69 de la calle Zabalea de Galdakao, desde este jueves y hasta el cinco de enero de lunes a sábado, de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, y los domingos y en Nochebuena y Nochevieja de 11.00 a 14.00 horas. El día de Navidad y el uno de enero permanecerá cerrado.
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