Alertan del «riesgo extremo» de agresión que sufren los conductores de dos líneas de Bizkaibus en Lemoa

La conocida discoteca Non Stop de Lemoa, donde cada fin de semana se reúnen centenares de jóvenes, vuelve a estar en el centro de la polémica. El sindicato ELA acaba de advertir del «riesgo extremo» al que están expuestos los conductores de las líneas 3911 y 3912 de Bizkaibus (que unen Bilbao con Durango, Elorrio y Eibar). Los problemas de este trayecto comienzan a la altura de la parada del polígono Bolumburu, donde se ubica una parada cuya marquesina está a solo 200 metros de la entrada del local. Según ha denunciado la central sindical, se producen agresiones verbales a los conductores, faltas de respeto a otros usuarios del servicio, roturas en los vehículos e, incluso, «agresiones físicas de manera rutinaria».

Todo ello ha hecho saltar las alarmas ya que son situaciones que además de poner en riesgo a los trabajadores y a los usuarios, «pueden provocar un accidente de tráfico». ELA ha instado a la dirección de la empresa a que tome las medidas necesarias «con urgencia» para solucionar este asunto y ha anunciado que también instará a la Inspección de Trabajo a actuar «de manera inminente».

No es la primera vez que se producen este tipo de incidentes en las rutas de transportes que pasan por la zona. La situación que soportan los chóferes viene de lejos y queda constancia de ello en denuncias públicas similares ya en 2005, cuando se registró uno de los casos más graves con «el apedreamiento de un bus». Hace años, un viajero arrancó la palanca de cambios y hubo «broncas con gente drogándose, orinando y rompiendo botellas a bordo», recuerdan los trabajadores.

En 2011, Bizkaibus se vio obligada a modificar la ruta para evitar las paradas «más conflictivas». Así, durante años los autobuses que circulaban los fines de semana por el valle de Arratia se saltaban de noche las paradas de Lemoa. Aquello no duró porque el Consistorio reclamó el regreso del transporte público a esa zona.

En junio de este año los empleados de la firma de transportes foral ya denunciaron que «los graves incidentes» se producían a última hora de las vísperas de fiesta y en los primeros trayectos de la mañana, y que no eran puntuales sino «generalizados y reiterativos». Los hechos fueron puestos en conocimiento del área foral de Transportes y del Gobierno Municipal. Desde la Diputación aseguran que «al tratarse de un problema de orden público, debe ser el Ayuntamiento quien actúe, y por lo que sabemos, ya se ha puesto en contacto con los responsables de la discoteca».