La mejor perro pastor vasco se llama 'Laia'
Campeonato de Euskal Herria ·
Enrique Mendiguren logra en Garai su novena txapela imponiéndose a otros doce aspirantesDesde la noche de los tiempos, los perros han ayudado al hombre a cazar y contribuido a su supervivencia. Ahora siguen siendo la mejor compañía ... en las tareas del campo y, para muchos, para afrontar la soledad. A las cinco de la tarde, las campas del barrio Momoitio de Garai eran ayer un hervidero. Pastores vestidos de forma tradicional conversaban en la hierba mientras sus perros se revolcaban felices o se husmeaban unos a otros con una estampa de ensueño de fondo. Los 13 mejores canes -cuatro vizcaínos, tres alaveses, tres guipuzcoanos y tres navarros- se dieron cita en el 56 certamen de perros pastor de Euskal Herria, que volvió a celebrarse en el municipio medio siglo después de que acogiera por primera vez esta cita.
El certamen estuvo muy reñido. Cada uno de ellos ejecutó, durante siete minutos, pruebas de obediencia y de conducción del rebaño. Debían lograr que se introdujeran entre obstáculos. Pero solo cuatro pasaron a la final, que consistió en otra prueba de siete minutos en la que guiaron al rebaño, lo metieron en un redil y luego lo sacaron a toda velocidad siguiendo, diligentes, las órdenes que su respectivo dueño emitía a distancia considerable. 'Laia', de 12 años y propiedad de Enrique Mendiguren, de Orozko, se coronó campeona en plena madurez. Era la novena vez que el pastor, de 70 años, se alzaba con este campeonato, aunque ha vencido 12 veces en el de Bizkaia y otras 5 en el internacional de Oñati.
Enrique siempre compaginó el rebaño con su trabajo en Tubacex, aunque desde que se jubiló dedica más tiempo a sus ovejas. «Hay que ir dos ó tres veces al día. Para mí, estar con ellas y los perros, en la naturaleza, es como una droga», decía. «No os imagináis lo que ayuda un perro en un caserío. Es increíble la labor que nos hacen. Esta mañana he ido a cambiar a las ovejas de campa sin perro y me han hecho correr lo que no está escrito», explicó. El campeón del año pasado, 'Jai' de Ángel Varona, de Zalla, quedó en segundo lugar.
Fidel Alonso, del barrio de Areta, en Llodio, alcanzó el tercer puesto con su perra 'Lis', aunque también participó con 'Bat', con la que quedó séptimo. Alonso fue uno de los grandes favoritos del público. «No tiene ninguna txapela y se la merecía», comentaban unas espectadoras. El organizador de la prueba desde 1978, Lázaro Milikua, explicó que este certamen pretende dar a conocer la labor de esta noble raza, el pastor vasco, en peligro de extinción. «Son no solo los mejores amigos del pastor, también sus mejores compañeros de trabajo». Muy apropiados para el pastoreo, están «en riesgo de ser arrinconados» por otras especies llegadas de fuera, «como el border collie», que ya no se permite en el certamen.
Sin morder
Compuesto por cinco expertos, el jurado valoró la destreza de los animales, su capacidad para ejecutar los dos ejercicios y el desempeño con las ovejas. Apreció especialmente que fueran capaces de guiarlas y de introducirlas en el redil sin agresividad y sin hacerlas daño. Que el perro amagara con hincar el diente a alguna oveja descarriada no se vio con buenos ojos. Las mordidas eran señaladas y penalizadas. El público sufría cuando algún can no ejecutaba las órdenes y respondía a cada ejercicio exitoso con un fuerte aplauso. Se cambió de forma habitual el rebaño de ovejas latxas por otras nuevas, ya que éstas también se aprenden los ejercicios.
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