La instalación está especializada en fruta, verduras y pescado. p. urresti

Mayoristas y usuarios discrepan sobre la utilidad del traslado

Los primeros creen que se abre una oportunidad de expansión mientras que los comercios lamentan la distancia que habrá que recorrer

leire pérez

Sábado, 14 de mayo 2022, 01:18

El traslado de Mercabilbao marcó ayer las conversaciones de quienes trabajan y acuden a diario a las instalaciones de Basauri. Para los mayoristas el cambio ... de ubicación hasta Ortuella es «muy positivo». «Es un sitio nuevo mientras que este se ha quedado pequeño y obsoleto», subrayaba Alma Crespo, presidenta de la asociación de mayoristas de pescado y marisco. José Feijoó, presidente de la asociación de minoristas de esos mismos productos considera, en cambio, que «no hay necesidad porque hay dos puestos vacíos y hace unos meses eran cuatro».

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De ahí que las opiniones discrepantes se sucedieran en función del interlocutor. «El cambio es una buena noticia, aquí estamos muy comprimidos», recordaba Gorka Moreno, responsable de Viuda y Hermanos de Nicolas Rodríguez y presidente de la asociación de mayoristas de frutas y verduras. En su opinión, «saber el plazo y el sitio va a dar lugar a movimientos. Todas las empresas no vamos a ir, habrá gente que está pensando en jubilarse y no se cambiará, otros necesitarán compañía para el traslado y las futuras inversiones. Hay muchas decisiones que aquí no se han tomado estratégicamente y que ahora se van a precipitar, dará un buen aire», se felicitó.

Los trabajadores piden que se les compense por «el kilometraje» de más que tendrán que recorrer

Para otros como Juan Antonio Ruiz, el mayorista más veterano -abrió su empresa en 1975, primero como minorista- las posibilidades de crecer están limitadas. «No vamos a vender más, aquí también hay posibilidades, pero los consumidores en la provincia son los que son y la tarta ya está dividida con las grandes superficies», advirtió.

Él ha sido testigo de cómo han cambiado las formas de venta en las últimas décadas. Con la eclosión de los supermercados y el cierre de las tiendas de barrio se ha reducido a la mitad el número de distribuidores, de sesenta a treinta. Muchos puestos han quedado vacíos, tanto entre los comerciantes de frutas como de pescado.

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«Hay puestos vacíos»

Al otro lado de las transacciones, los pequeños comercios consideran que son los peores parados y les ha cogido por «sorpresa». «Sabíamos que la concesión terminó el año pasado, pero no teníamos constancia de que estaba tan avanzada y tomada la decisión», insistía José Feijoó, presidente de la asociación de minoristas de pescado y marisco.

En su opinión, el cambio no se debe a falta de espacio. «Hay puestos vacíos», recalcaba antes de añadir que «la ubicación no es la mejor, va a beneficiar a la Margen Izquierda, pero la mayoría de negocios está en Bilbao. Nos va a perjudicar el hecho de que se distancie de nuestros comercios porque el tiempo por la mañana es vital de cara a abrir. Para los del Duranguesado será casi una hora el ir hasta allí. Basauri estaba estratégicamente muy bien», comentó.

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Los trabajadores que residen en el entorno -el 25% son de Basauri, aunque el dato se eleva si se tiene en cuenta los que viven en el resto de la comarca- consideran que se les debe compensar económicamente. «Tendrán que valorar el kilometraje o una subida de sueldo», pedía Gorka Vázquez. «Aquí no había esos gastos porque casi todos son vecinos de la zona», advertía Juan Antonio Ruiz.

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