El Puente de Bizkaia se abre a experiencias «solo para valientes»

El Puente Colgante añade experiencias extremas en julio. La oferta de aventura incluye poder lanzarse desde arriba para realizar 'goming' o escalarlo hasta la cúspide. Son alicientes añadidos para disfrutar de esta construcción férrea, declarada Patrimonio de la Humanidad, que cumplirá 127 años este mismo mes, en que se ha sumado a una iniciativa de la Unesco para descubrir el patrimonio mundial, junto a monumentos como la Alhambra, la Sagrada Familia y la Casa Batlló, entre otras joyas arquitectónicas.

Probar el 'goming' o la escalada supone «experiencias nuevas que ofrecen otra forma de vivir el puente, apta sólo para valientes», destaca la directora, Marta Uriarte. A partir del 11 de julio, se podrá realizar un salto con goma desde la pasarela para caer al vacío desde 45 metros de altura.

Y también se podrá subir más de 60 metros escalando, desde la parte getxotarra. De abajo arriba. Ascender a lo más alto, algo que no se ha hecho nunca en esta construcción de Alberto de Palacio y Elissague. Lo más parecido a esta iniciativa fue una carrera organizada para escaladores. Recuerda Uriarte que «hasta la cúspide no se ha subido nunca». Para que se haga con garantías «se ha colocado una escalera de gato al final y un carril para la escalada». Toda la ascensión se realizará con un arnés y la ayuda de guías especializados. «Es otra forma de disfrutar el puente y sus impresionantes vistas».

El puente, de 61 metros de altura y 160 longitud, es el primero de este tipo construido en el mundo. Esta estructura con una barquilla para transportar vehículos y pasajeros cumple 127 años el próximo 28 de julio. Aunque por su antigüedad tampoco ha estado exento de los efectos del coronavirus, ya que a la obligación de estar en servicio durante el confinamiento se unió la escasa movilidad de vehículos y personas registrada de mayo, cuando se redujo el número de usuarios más de un 90%.

La recuperación se ha notado el mes pasado. En junio, la caída en el transporte de esta infraestructura fue del 22 % si se compara con el volumen de usuarios y vehículos registrado en el mismo período de 2019. El número de turistas también ha caído en picado. El pasado mes sólo hubo 612 visitas frente a las 4.421 de junio de 2019. Eso supone un 86% menos. «El turismo es el más resentido», incide Uriarte. Por eso se pretende atraer a visitantes de la provincia y Euskadi. La pasarela sigue abierta al público, con los ascensores en marcha. «Es una estructura abierta mañana, tarde y noche», lanza la directora, «donde se puede organizar cenas, eventos y demás». La oferta de aventuras constituye otra alternativa para atraer usuarios durante julio y agosto, meses en los que muchos getxotarras y portugalujos se van de vacaciones, lo que reduce las estadísticas de usuarios de la barquilla.