«Los productores locales necesitamos mucho más apoyo»

La localidad encartada de Zalla pone fin este lunes a sus festejos patronales en honor a San Miguel con su jornada más importante del año, el Día de Gangas, la tradicional feria agrícola, una las mayores citas con el sector primario del territorio, y de las más antiguas, que con esta edición suma ya 78. Y lo hace por todo lo alto, con éxito de participación, con unos 130 puestos y centenares de visitantes.

Animados por el buen tiempo, desde primera hora las calles en las que se colocaron los productores y ganaderos del municipio y de la zona eran un hervidero. En la plaza Euskadi Ana María Llaguno volvió a ofrecer, como viene haciendo desde hace más de tres décadas, su fruta y hortaliza. «Otros años traigo unos 200 kilos de cebolla morada, pero esta vez solo he podido coger 80. La humedad, sobre todo en junio, y las lluvias que han caído y lo han encharcado todo, ha podrido mucho». Esto y otras circunstancias le han hecho tener que subir de 4 a 5 euros el precio del kilo.

Con la cosecha recién cogida la noche anterior en Balmaseda, se plantó en Zalla Loli Alonso, de La Rotura, quien señaló que citas como esta se deberían de hacer más a menudo en los pueblos. «Los productores locales necesitamos mucho más apoyo. Tenemos una competencia muy grande con los supermercados, aunque vendamos algunas cosas más baratas que ellos, y al final esto provocará que el sector primario se acabe», remarcó.

Además de productos de la huerta, esta feria, que se creó para que los baserris se deshicieran de los sobrantes de sus cosechas, a un bajo precio, despachó pan, embutidos, queso, miel, txakoli, mermelada y zumo de arándanos; huevos, gildas..., y hasta dulces elaborados sin gluten y sin leche. «Yo me llevo un pastel vasco y pan. No me ha salido muy barato pero merece la pena venir por la calidad», apuntaba Javi Lucas, vecino de Alonsotegi.

En esta cita se repartieron treinta premios, con reconocimiento especial al productor de miel Pedro Gallarreta. Hubo degustación de txahala y varias exhibiciones, entre ellas de esquile de oveja a tijera. Una vecina, Maite Ruiz, se atrevió a probar. «Cuesta bastante», afirmaba después. La muestra de ganado local contó con 214 ejemplares. Doce de ellos, vacas y toros de la raza Limousin de Daniel Heras. «Con la subida de los precios la rentabilidad que se saca ahora es muy poca», lamentaba su padre Fernando, augurando un futuro complicado en el sector.

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