«Nunca había visto una protesta con tanta gente en Santurtzi»

Desde que Isabel del Blanco, la dueña del piso violentado en el portal 26, en la primera planta, hiciera público su caso hace un par de semanas, la ciudadanía no ha ocultado su malestar. Algunos como Mari José Pérez, vecina del municipio, no han dudado en acudir a arropar a los afectados. «Son demasiados 'okupas' ya. No hay derecho. Hay mal ambiente», ha afirmado la mujer mientras otros asistentes gritan '¡'Okupas' fuera!», «¡Ni una ayuda más!» o «¡El pueblo unido jamás será vencido!». En la marabunta que rodea al edificio se encuentra también Benita Morejón, residente en el cercano vecindario de Las Viñas, que se ha quedado sorprendida por la respuesta del pueblo, que pese a que empieza a llover, se ha unido para forzar la salida de los intrusos. «Nunca había visto una protesta con tanta gente en Santurtzi. No sé si se irá, pero hay que echarles», ha declarado.

El calvario que sufren los propietarios de este inmueble lo conoce de primera mano Ana Tomey, administradora del portal 26, quien ha alertado en varias ocasiones de las conductas incívicas de los inquilinos, con contrato y sin él. «Las faltas de respeto son continuas», ha manifestado. Además de la «falta de educación». «Los niños están en casa o en la calle en vez de ir al colegio», asegura la mujer, quien ha recibido desde que se destapara la situación del edificio numerosas amenazas de muerte y acoso. «Han amenazado con quemarme la casa».

Asimismo, han arropado a los afectados por las intrusiones vecinos de municipios aledaños. Es el caso de Ainhoa y Álex, de Las Carreras, en Abanto. Sin querer dar más detalles sobre su identidad, la pareja ha seguido con detalle la concentración que se celebra por una «completa injusticia». «Hay mucha gente, pero esperábamos incluso más y que no pusieran el cordón policial tan lejos de la casa», han señalado a la vez que han lamentado que las familias conflictivas «tengan todas las de ganar». De la misma opinión se ha mostrado José Luis Fernández, residente en la localidad marinera. «La respuesta del pueblo ha sido muy buena, pero nos tienen como en una plaza de toros, bien recogiditos», ha apuntado. El hombre es conocedor de los problemas de convivencia que suceden en este céntrico edificio. «Pasas por debajo y te escupen o te tiran mierda», ha agregado.