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Julián Larrea en su caserío, con dos de sus hachas. I. de la Cruz
Una escultura recordará al histórico aizkolari Julián Larrea

Una escultura recordará al histórico aizkolari Julián Larrea

El Ayuntamiento de Barakaldo costeará la figura que será colocada en el barrio de Gorostiza, donde ejerció como maestro del mundo rural

Jueves, 6 de marzo 2025, 17:45

Julián Larrea, uno de los vecinos más queridos de Barakaldo, falleció a principios del pasado mes de enero, a los 95 años, dejando tras de sí un enorme legado de lucha y de reconocimiento del mundo rural y del herri kirolak. Once veces campeón de Bizkaia y tres de Euskadi en categoría de tronza, impulsó una escuela de deporte rural vasco y participó de manera desinteresada en el programa educativo municipal Ezagutu Barakaldo, acogiendo en su caserío 'Monto', durante más de dos décadas, al alumnado de los centros de la localidad, dándoles a conocer la historia, el patrimonio, la cultura y el medio ambiente de la segunda urbe vizcaína.

Fue además el primer campeón de España de caza con perro, en 1968, y ostenta el récord del aizkolari más longevo en cortar un tronco de 'kana', de 2,5 metros de diámetro, hazaña que logró con 80, con 85 y también con 90 años. Una figura que el Ayuntamiento, que ya le concedió en 2020 el premio 'Jolin Saria', pondrá ahora en valor con la creación de una escultura a modo de homenaje, que será colocada en el barrio de Gorostiza, donde residió, en un lugar aún por concretar. «Este reconocimiento es nuestro modo de agradecer su legado y de asegurarnos de que su recuerdo permanezca vivo en nuestra ciudad», ha declarado este jueves la alcaldesa, Amaia del Campo, recalcando la «gran huella» que ha dejado Larrea, «un ejemplo de transmisión de valores, de esfuerzo y de respeto por la naturaleza».

Emoción de la familia

Esta obra se llevará a cabo gracias a la colaboración de la familia, que ha prestado numerosas fotografías al Consistorio, con las que se elaborará un boceto. «Mi aita era un hombre trabajador que transmitía sus pasiones y su sabiduría. Era un coleccionista de cosas antiguas, le encantaba todo lo de antes», ha declarado su hijo, Amando Larrea, mostrándose muy agradecido por esta escultura. «Ha sido una alegría muy grande saber que lo van a recordar todos. Se le quería bastante, hablaba con todo el mundo», ha añadido emocionado.

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