Empleados del polideportivo de Trapagaran denuncian que llevan doce años sin contrato

«No se entiende esta parálisis», recalca Eneko Macías, portavoz de los trabajadores del polideportivo de Trapagaran, que han organizado protestas por la situación «crítica» que sufren. Y es que Emtesport, la empresa que presta los servicios en las instalaciones de la localidad minera, lleva doce años sin contrato. La anomalía se remonta a 2012, cuando el Ayuntamiento descartó en pleno prorrogar el convenio y sacar a licitación nuevos pliegos, ya que los anteriores databan de 2005. Mientras se detallaban los términos del documento, se acordó con la empresa seguir prestando el servicio a pesar de no tener contrato. No obstante, y durante más de una década, el equipo de gobierno, cuya Alcaldía ha ostentado el PNV, no lo ha sacado a concurso. «Llevamos 12 años esperando la licitación», critica Macías.

La situación en términos económicos, apunta el portavoz de los trabajadores, que van a una con la empresa, era «soportable» al principio, pero todo se complicó a raíz de la pandemia. «Se cerraron las instalaciones, los trabajadores permanecieron en sus hogares cobrando el 100% del salario y se devolvieron las cuotas a los usuarios», cuenta. También se cancelaron varios cursos, como el de natación escolar, gimnasia para mayores y la matronatación. Sumado al pago del consumo eléctrico –que aumentó por la guerra de Ucrania–, el alza de los precios en general y el incremento salarial del personal tras mejorar el convenio, todo ello generó un «desequilibrio económico» que, calculan, asciende a «un millón de euros». Los aumentos referidos «hacen que el canon que había antes de 2012 se haya quedado desfasado, porque los precios de antes no tienen nada que ver con los de ahora», lamenta Macías, quien pone de ejemplo el coste de la piscina individual:«60 euros al año, lo mismo que en 2005». Ante esta situación, reclaman al Ayuntamiento el pago de la deuda por «enriquecimiento injusto», así como agilizar los trámites para sacar cuanto antes la licitación.

A tenor de lo ocurrido, el Consistorio pidió en 2023 a la Diputación que tomara cartas en el asunto. La institución foral considera que «hay que licitar el servicio ya, que la empresa no tiene derecho a ninguna indemnización por reequilibrio al estar sin contrato y que puede generarse un enriquecimiento injusto por parte del Ayuntamiento. Y todo eso hay que cuantificarlo», explica el alcalde, Miguel Ángel Gómez Viar (PSE), que ha heredado el problema al ganar las pasadas elecciones municipales.

El Ayuntamiento ha encargado una auditoría para verificar la cifra real. Presentado ya el borrador, el abogado municipal requiere más información a la empresa del polideportivo. «No tenemos datos, solo los costes energéticos, tal y como se recoge en el pliego de 2005, y como alcalde tengo que ser garante de que el millón que piden está bien fundamentado, porque es el dinero de todos», añade el regidor.

El Consistorio ha contratado a una empresa para redactar los pliegos del nuevo contrato. «Intentamos arreglar esto cuanto antes y hacerlo con todas las garantías, pero es complicado al no tener datos sobre los socios, trabajadores, cursos, etc. Pero estamos avanzando, me gustaría que estuviera la licitación para el próximo año», afirma Gómez Viar.

Entretanto, los trabajadores insisten en la posibilidad de reactivar los cursos que se paralizaron en 2020 «como sea, por ejemplo mediante subvenciones». ¿Sería posible esta medida? Según el alcalde, no. En el caso de la natación escolar, las AMPA tendrían que gestionarlo y, tras una reunión con sus miembros, se desestimó la idea por ser «inviable».

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