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Más de dos décadas después de que se anunciara por primera vez el proyecto, la Variante Sur Ferroviaria (VSF) ha dado otro importante paso adelante ... para su construcción. El Gobierno vasco, que ejecutará la infraestructura tras llegar a un acuerdo con el Ejecutivo central hace cinco años, ha adjudicado las obras del primer tramo, que podría empezar a tomar forma a finales del verano. Se trata de la conexión del túnel del Serantes con Ortuella. Un segmento de 3,2 kilómetros que costará 100 millones y que tiene un plazo de finalización de 38 meses. Es la primera pieza de un trazado que tendrá 12 kilómetros en su primera fase (Ortuella-Olabeaga) y que costará 484 millones.
El Departamento de Movilidad del Ejecutivo autonómico ha encargado esta primera encomienda a una unión de empresas liderada por la constructora Comsa e integrada también por Azvi, Iza y Campezo Obras y Servicios. Esta alianza de compañías ha derrotado en un concurso público a otras siete aspirantes, entre las que se encontraban sociedades con gran tradición en la perforación de túneles y ejecución de proyectos ferroviarios en Bizkaia, como FCC, Sacyr, Ferrovial, Viuda de Sáinz, Nortunel, Tecsa o Dragados.
Las obras del tramo se licitaron en enero por 104,7 millones y según ha podido saber EL CORREO han sido finalmente adjudicadas el pasado miércoles por 100,5. Se trata de uno de los mayores contratos públicos del sector de la construcción en ejecución actualmente, superando el coste de cualquiera de los tres segmentos de la Línea 5 de metro que están ya en marcha.
La Variante Sur Ferroviaria unirá Ortuella con Olabeaga (donde se habilitará también un desvío para intentar mejorar la estructura urbana del barrio bilbaíno), previo paso por Barakaldo, en un recorrido mayoritariamente soterrado. Es un proyecto del que se lleva hablando 25 años y que dio lugar a la excavación de un túnel de acceso al Puerto que ya se terminó. Requirió una inversión de 47 millones y lleva más de una década esperando a tener uso. Permanece tapiado tantos años después y ya ha sufrido numerosos desperfectos. El principal es que todas sus estructuras van a tener que ser renovadas porque varios ladrones de cobre accedieron a la galería hace unos meses y se llevaron todo lo que pudieron.
El objetivo de la VSF es facilitar la salida y entrada de mercancías (algunas de ellas peligrosas) del Puerto de Santurtzi sin que los trenes tengan que atravesar los cascos urbanos de la villa marinera, Sestao y Barakaldo, como sucede actualmente, ni tampoco los núcleos habitados de Ortuella y Trapagaran, como en su día se planteó como alternativa, lo que alimentó un importante movimiento de rechazo vecinal en la comarca minera. Ayuntamientos como el santurtziarra tienen en el cajón ambiciosos proyectos urbanísticos, a la espera de que la zona más cercana a la zona franca se libere de la histórica playa de vías.
La interminable tramitación de la Variante Sur Ferroviaria vio la luz el pasado noviembre. El Consejo de Ministros aprobó definitivamente el estudio informativo de la primera fase de un proyecto que queda en manos del Gobierno vasco. Como ocurrió con el trazado guipuzcoano del TAV, el Ejecutivo autonómico asume la obra adelantando un dinero que luego resta del Cupo con el objetivo de blindar el tajo.Ahora que se vislumbra el inicio de la obra en Ortuella también se sabe que la segunda fase de la VSF, la que extenderá el trazado desde Olabeaga hasta Arrigorriaga para conectarlo allí con la línea ferroviaria que avanzará hacia la meseta, también avanza. La fase inicial del estudio informativo, que definirá por dónde avanza el trazado, se encuentra en exposición pública.El Ayuntamiento de Arrigorriaga ya ha expresado su rechazo a que las vías se ejecuten cerca de la localidad.
La VSF solucionaría estos problemas al llevar los convoyes por una red de túneles que atravesarían las entrañas de los montes de Triano. El gran rechazo al proyecto se mantiene ahora en Barakaldo, en la zona de Gorostiza. Allí, los ingenieros han perfilado un viaducto que amenaza, según los vecinos, la tranquilidad y riqueza del último pulmón verde de la localidad fabril. El Ayuntamiento, gobernado por el PNV, ha mostrado una actitud muy beligerante con el diseño del paso de la variante ferroviaria por el municipio. El Consistorio exige que se excave un túnel, en lugar del viaducto acordado por los gobiernos central y vasco con el aval ambiental de la Diputación.
A la espera de que los tribunales resuelvan la última reclamación de Barakaldo, el trazado ferroviario empezará a tomar forma en Ortuella, que es donde las cosas están más claras desde el punto de vista administrativo. Las expropiaciones que hay que realizar afectan sobre todo a terrenos propiedad de las administraciones, lo que acelera los trámites. Hace unos años se tuvo que modificar el trazado también en ese punto para evitar una cantera que sigue abierta.
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