

Cebos sintéticos 'made in Bizkaia' para ayudar a los perros a localizar cadáveres de menos de 24 horas
Una empresa surgida de la EHU crea un dispositivo «eficaz» para entrenar a unidades caninas en situaciones de catástrofes
La unidad canina de las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del estado es sin duda una herramienta indispensable a la hora de detectar estupefacientes, ... armamento y artefactos explosivos, y también en la búsqueda de víctimas en catástrofes. Un papel fundamental en el que se antoja indispensable el entrenamiento, que choca con la dificultad de contar con cadáveres reales para estas prácticas. Esto se trata de suplir, gracias a la ciencia, con cebos sintéticos que replican el olor de un cuerpo sin vida, en descomposición, y que gracias a un nuevo dispositivo creado en Bizkaia facilitará la detección temprana de cadáveres de menos de 24 horas.
Este proyecto, con el nombre de 'Hilotz', ha surgido de la spin-off tecnológica Auziker, de la Universidad del País Vasco (EHU), a raíz del máster en Análisis Forense, en colaboración con el Instituto Vasco de Medicina Legal. Un trabajo que arrancó en 2022 y que ha permitido, de la mano de varios investigadores, la creación de un producto innovador, que da respuesta a la «necesidad urgente y real para cubrir el estado temprano de putrefacción, el intervalo postmortem precoz». Y es que, según han resaltado los expertos y diferentes guías policiales caninos, para las primeras 24 horas, en las que la descomposición del cuerpo arranca, no existía nada fiable que ayudara a los perros de las diferentes patrullas a su localización. Pero ese cambio de olor, que sucede pocas horas después de que una persona deja de estar viva, puede ser distinguido por estos animales gracias a este trabajo.
Su presentación ha tenido lugar este viernes en Barakaldo Elkartegia, donde se encuentra una de las sedes de DEMA, la agencia foral de empleo y emprendimiento, de la que ha formado parte Auziker, en una jornada que se ha encargado de inaugurar el viceconsejero de Justicia del Gobierno vasco, Alfonso Gómez, poniendo en valor esta investigación, que ha dado con un método «más realista». El objetivo de este cebo, según ha explicado Ainhoa Isla, CEO de la empresa especializada en dispositivos para el entrenamiento de unidades caninas, es la recuperación rápida de los cuerpos, «pero también que el cadáver se localice antes para que esté menos perjudicado, y se preserven mejor las evidencias forenses, y por supuesto para que se cierre el duelo lo antes posible de los familiares».



Para llegar a dar con este producto se llevó a cabo un desarrollo tecnológico, con las premisas de lograr un cebo con aroma real, con características universales, seguro en su conservación y uso, innovador y que fuera ético. «Los perros son muy precisos y era importante que el olor fuera de cadáver real, no simulado, intentando coger muchos para poder caracterizarlos y ver el conjunto de olores que hacen que en esta franja huela así». Para ello utilizaron 87 muestras de personas fallecidas, del Instituto Vasco de Medicina Legal, «buscando el olor característico y común en todos», explicaron los investigadores Luis Bartolomé y Diego Pardina, partiendo de unos 650 compuestos. Tras un tratamiento de datos, el resultado fue un cebo con el mismo aroma real, que evita la discriminación entre sexos, edades, enfermedades u otras características, «que ha sido reforzado», que se mantiene «estable» y cuya liberación «es controlada». Tras las casi 40 pruebas efectuadas en distintos escenarios, con la colaboración de la Ertzaintza, la Policía Foral de Navarra y los Mossos d'Esquadra, su detección de manera correcta se efectuó en el 95% de los casos.
Fentalino
En esta sesión han participado responsables de algunas unidades caninas, como Josu Iturregi, de la Ertzaintza; Sergio Quintana, de la Policía Foral de Navarra; Iván Enrique, formador especializado en la búsqueda de personas vivas o muertas y restos humanos; Susana Izquierdo, presidenta de la escuela española de salvamento y detección con perros, Daniel García, representante de SCAN K9, y Francisco Salvador Miguel, inspector jefe de la Policía Nacional, quienes han calificado estos cebos sintéticos como «un avance enorme, que permitirá ganar en eficacia». La presentación ha terminado con tres pequeñas demostraciones, con perros policía.
Antes de este proyecto, la empresa surgida de la Universidad del País Vasco se adentró en 2017 en el mundo de las unidades caninas al recibir de la Ertzaintza una petición para el máster de Análisis Forense. «Querían entrenar a sus perros a detectar el explosivo casero TATP, conocido como 'Madre de Satán', porque no se puede utilizar directamente al ser muy inestable y peligroso», cuenta Ainhoa Isla. «Desarrollamos un dispositivo que como funcionó tan bien nos animaron a comercializarlo». Gracias a este primer trabajo fueron detectando necesidades comunes a todas las unidades caninas, como fue el caso de la detección de cadáveres en estadios tempranos, y ahora también trabajan en la creación de un cebo que ayude a detectar fentalino, para evitar que animales y personas corran riesgos en controles o detenciones. «En España el 70% de la droga ya viene cortada con fentalino y es muy tóxico, no se puede trabajar con él. Estamos investigando para que los perros puedan detectarlo sin necesidad de abrirlo, replicando el olor y bajándolo a concentraciones muy pequeñas. Es un problema gordo, y uno de los retos a los que nos estamos enfrentando».
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