«Los barcos ya no flotan, vuelan»

El proyecto Innoboat promueve un prototipo de embarcación propulsada por energía solar o pilas de hidrógeno

Máster de periodismo EL CORREO UPV-EHU

Miércoles, 11 de mayo 2022, 12:12

La UPV/EHU apuesta por la sostenibilidad y la innovación a través del proyecto Innoboat, una propuesta que posicionará a Euskadi en la vanguardia naval. El programa desarrollará una embarcación propulsada por energía renovable, bien con paneles fotovoltaicos o con pilas de hidrógeno. Charles Pinto, director de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, y Gorka Moreno, vicerrector de la UPV/EHU, son dos de los participantes y principales abanderados de esa iniciativa.

Publicidad

El proyecto plantea como reto principal el diseño y fabricación de un barco de última generación desarrollado en la Escuela de Ingeniería. Se trata de un buque propulsado por energía limpia, tanto por paneles solares como por baterías de hidrógeno. Será evaluado por expertos internacionales en el evento Energy Boat Challenge, que consiste en un campeonato que tiene lugar en Mónaco, donde se juntan veintidós universidades que presentan sus proyectos. Incluye una competición en la que se evalúa la velocidad y el slalom para medir las prestaciones dinámicas de las naves.

Diferentes ingenieros participarán en el desarrollo de la parte de flotación y del sistema de autopropulsión eléctrica que acciona una hélice. Charles Pinto explica uno de los puntos fundamentales: «La clave es la parte de la flotación. Ahora, los barcos de competición no están apoyados sobre el agua, sino que en un momento dado se elevan y ya prácticamente se transforman en un avión. Tienen unas patas que hacen que se levante el bote, lo que minimiza el rozamiento con el agua y así va más rápido. Los barcos ya no flotan, vuelan».

La competición plantea varias modalidades de barcos y las dos que ve posible llevar a cabo la UPV/EHU son la solar y la de pilas de hidrógeno. Aún no se ha decidido cuál de las dos será. Esto dependerá tanto de la financiación, como del número de estudiantes en el proyecto.

Una iniciativa de este calibre requiere financiación y, actualmente, están en proceso de conversación con varios socios y patrocinadores para poder cubrir los gastos. Ahora mismo cuentan con el apoyo de la Universidad, la Escuela de Ingenieros y el Ayuntamiento de Portugalete, pero también es necesario el respaldo económico de empresas privadas. «El proceso en sí es artesanal, ya que solo hay que construir una unidad, y el coste del prototipo puede ser infinito porque las horas de trabajo son infinitas. Por lo que, a la hora de valorar el prototipo, es difícil estimar algo que se ajuste al precio real, pero aproximadamente rondaría los 100.000 euros la unidad», recalca Pinto.

Publicidad

Vídeo.

De cara al público

Entre las novedades que se quieren incorporar con esta innovación está también el proyecto Itsasgunea. Esta propuesta plantea una renovación de la Escuela Náutica para hacer un edificio más moderno y sostenible. Gorka Moreno apuesta por un corredor acristalado para que la gente que se acerque al edificio pueda ver el trabajo de los alumnos. «La intención es poder compartir el proceso con el público y que, mientras pasean por Portugalete, puedan ver la obra de un barco de energía solar realizado por los estudiantes» explica.

El proyecto Innoboat se presentó hace nueve meses con la idea de empezar a trabajar en los primeros planos, piezas, diseñ os y tener un grupo de trabajo voluntario ya formado en septiembre de 2022. La intención es construir en un año el primer prototipo y, a partir de ahí, decidir qué estrategia plantear de cara al campeonato de Mónaco. El proyecto es muy transversal, no se trata solo del barco, sino de toda la tecnología que requiere y la cantidad de perfiles que se pueden adaptar a las necesidades del mismo. Hacen falta entre 15 y 60 alumnos a seleccionar entre doce grados y dieciocho másteres de ingeniería. Es importante que estén cursando el tercer o cuarto curso del grado, ya que los estudiantes están más especializados en ciertas aplicaciones concretas y así pueden finalizar el proyecto en el primer año del máster.

Publicidad

En el proceso de selección de estudiantes no se medirán solo las calificaciones, sino la motivación, ya que un alto grado de implicación es clave en este tipo de proyectos. «Sin un compromiso firme por parte de los alumnos y profesores seleccionados es muy difícil sacar adelante un proyecto a esta escala. Si disfrutan de su trabajo se verá reflejado en el resultado final», remarca Pinto.

Además, cabe destacar que el equipo que se forme en la Escuela Náutica de Portugalete será el único a nivel nacional. Eso es un acicate para la Universidad, ya que ser los primeros en este proyecto genera un valor añadido a la institución. Esto causa un efecto llamada para los nuevos estudiantes interesados en estos proyectos innovadores y para las empresas que apuestan por un futuro sostenible y quieren invertir en esta tecnología.

Publicidad

El buque insignia de la Escuela Náutica de Portugalete, El Saltillo, seguirá formando parte de la Universidad y no será sustituido por estos barcos de nueva generación. «A la hora de navegar, El Saltillo es nuestro barco. Innoboat no es para navegar, solo cabe una persona y no queremos reemplazar a nuestro buque de referencia. Se trata de hacer un ejercicio complementario de diseño de una nave», aclara Charles Pinto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad