Balmaseda busca dotar a su casco medieval de ascensores para ganar en accesibilidad

Con el objetivo de humanizar más la villa, este lunes se ha presentado el Plan de Acción del Paisaje para la mejora del hábitat urbano de Balmaseda. Un trabajo que se ha llevado a cabo en los últimos meses, gracias a una subvención del Gobierno vasco, en concreto del departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, y que ha sido impulsado por la Cátedra Unesco de Paisajes Culturales y Patrimonio (UPV/EHU). Se ha trazado después de celebrar varias reuniones y sesiones en las que han participado de forma muy activa los vecinos de la localidad, sobre el terreno, y también los escolares, en concreto los alumnos del instituto.

Entre todos han definido tres áreas prioritarias para intervenir, a diferentes escalas (accesibilidad, ocio, cultura, patrimonio, sostenibilidad...): la zona de El Cascajal y la antigua estación de tren de La Robla, la de Trascorrales y Santo Domingo (la parte trasera del Ayuntamiento); y el eje fluvial patrimonial del Cadagua, en su margen izquierda, desde el palacio Horcasitas hasta el Puente Viejo, con los cantones de la villa.

En estos puntos, entre las acciones más destacadas figura la de intentar facilitar la vida de los mayores que residen en el casco histórico. «Hay personas que viven en la calle Castillo o en la Cuesta y que o cuentan con coche para subir con la compra, o tienen que acarrear con las bolsas y con todo lo que conlleva, con la pendiente», ha destacado a este periódico Urtzi Llano, doctor en Arquitectura, Urbanismo y Patrimonio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), uno de los investigadores que se encuentra detrás de este plan. «Es por ello que se han pensado una serie de políticas para la mejora de la viabilidad de los mayores, intentando vertebrar las movilidades entre las diferentes calles medievales e históricas del complejo urbano del casco histórico, para que a través de ascensores, por ejemplo, sea una zona más habitable y más agradable».

Este plan, que esperan «que no se quede en un cajón y que se convierta en una herramienta útil para los técnicos municipales y el propio Ayuntamiento», y que derive en acciones «materializables que mejoren la calidad paisajística y urbana de Balmaseda», también figuran intervenciones en los espacios urbano-fluviales del municipio, como «estrategia preferente» para poder plantar cara al cambio climático, «habilitando espacios de calidad».

En ese sentido, han pensado en recuperar zonas de influencia e interrelación urbana con el río Cadagua, y construir entornos más verdes, con, por ejemplo, pavimentos permeables para los parkings, que permiten la filtración del agua, y que ésta se canalice al río o se reutilice para regar. Con ello esperan potenciar el vínculo de los vecinos de la villa con el río, con nodos de encuentro en contacto con el agua, y aprovechar el uso de ese agua como elemento generador de biodiversidad y confort térmico, aumentando los espacios con vegetación para mejorar la capacidad drenante del municipio.

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