El hospital San Juan de Dios despide a un médico al que una auxiliar denunció por acoso sexual
La investigación interna del centro de Santurtzi confirma «los excesos verbales» y comentarios «impropios» hacia la trabajadora, pero no los «tocamientos» que supuestamente habría sufrido
azahara garcía
Santurtzi
Martes, 2 de abril 2019, 20:26
Una auxiliar de enfermería del Hospital San Juan de Dios, en Santurtzi, ha denunciado a un médico del mismo centro por acoso sexual durante ... casi una década. Tocamientos, como rozar un pecho al coger un boli de la bata de las enfermeras, y comentarios fuera de lugar como «espero que hayas traído las bragas limpias» o «voy a mear, ven a sujetármela» eran habituales, según se esgrime de la demanda cursada el pasado mes de octubre, en la relación que este facultativo tenía con sus compañeras de trabajo.
La trabajadora que se ha atrevido a dar el paso de llevar ante el juez a este médico dio aviso al centro a principios de 2018 de la situación que estaba viviendo. Sin embargo, la normalización de este tipo de «bromas», como lo calificaron sus superiores en palabras del abogado, impidió que la dirección del centro tomara las medidas oportunas. Así lo demuestra el informe realizado por IMQ Prevención, a petición del propio hospital, encargado una vez que la mujer interpuso la querella el pasado mes de octubre.
El Hospital San Juan de Dios ha confirmado, en un comunicado emitido esta tarde, el despido del facultativo «hace casi un mes» por considerar «inaceptables e incompatibles con los principios y valores que rigen el hospital» los comportamientos demostrados por este empleado, además de condenar «enérgicamente cualquier tipo de abuso, acoso y agresiones sexuales, laborales o de cualquier índole».
En el informe quedan confirmados los «excesos verbales» y comentarios «impropios» hacia la demandante, pero en la investigación interna no constan los «tocamientos» que supuestamente habría sufrido. La mujer, de la que solo se conoce que llevaba nueve años trabajando en el centro, declara en la denuncia que en una ocasión el médico denunciado le llegó a «a desabrochar el sujetador».
Orden de alejamiento
Sobre el facultativo pesa una orden de alejamiento impuesta por la jueza que instruye el caso. Sin embargo, con el hospital santurtziarra, pese a estar despedido, no se ha podido desvincular del todo. El centro no ha podido restringir el contrato de la consulta que el médico posee en los locales que el hospital tiene en Barakaldo y donde éste sigue viendo pacientes. Fuentes del hospital han explicado a EL CORREO que «hemos hecho todo lo legalmente posible por desvincularnos de esta persona, pero romper unilateralmente el contrato de arrendamiento sería incurrir en una ilegalidad por nuestra parte».
Sainz de Rozas ha declarado a este periódico la existencia de más víctimas dentro del personal del hospital de la Margen Izquierda y la posibilidad de que estas se amplíen también entre las pacientes. «Estamos ante la punta del iceberg, habrá que ver qué cosas van saliendo a la luz a medida que avance la instrucción», ha señalado.
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