Zambullida sin barreras en Plentzia
Personas con diversidad funcional disfrutaron ayer de las salidas en la ría y los paseos que organiza la asociación sin ánimo de lucro Goazen Up
Ane Ontoso
Plentzia
Martes, 11 de julio 2023, 20:24
La sonrisa ha sido el gesto más repetido esta mañana en la ría de Plentzia. La asociación sin ánimo de lucro Goazen Up, recibía en su base a cuatro personas con diversidad funcional de un centro de día de Fekoor para dar un paseo por la ría en canoas adaptadas. Unai Rodríguez, de 42 años y vecino de Alonsotegi; Asier Andueza, getxotarra de 49; Mila Muñoz, del barrio bilbaíno de Bolueta de 67; y José Luis Castelo, vecino de Txurdinaga (Bilbao) de 49 años, aguardaban con ganas.
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Les acompañaban sus monitores, el fisioterapeuta Imanol Torre y la psicóloga Iratxe Herranz, y cinco voluntarios capitaneados por Aketza Sánchez, alma máter del proyecto con muchas horas de vuelo. Desde 2015, Goazen Up realiza cada día paseos y salidas para personas con diferentes tipos y grados de discapacidad de este y otras agrupaciones como Apnabi o la ONCE. Ya lo hacía desde el 2000 en la empresa Cabo Billano.
El primero en meterse ha sido José Luis Castelo, que padece ataxia desde los 25 años, por la que no controla su cuerpo de cintura para abajo. Entre bromas, entraba con ganas a la ría. Ahí estaban al pie del cañón los voluntarios Jorge Cabanillas, Luka Van der Berg, Melisa Marín, Niko Fernández de Pinedo y Amélie. Ninguno se lo ha pensado dos veces para ponerse en su piel. Con sumo cuidado, han ido bajando uno a uno por la rampa hacia el agua. Antes del turno de Asier y Mila, afectados de un ictus que les paralizó medio cuerpo, ha avanzado Unai, con distrofia miotónica de Steinert, una enfermedad degenerativa que también afecta a otros sistemas.
«Todo es posible»
«Quiere darse un chombo», informaba Aketza. Madurada la idea, Imanol y otros voluntarios se afanaron para que se diera el chapuzón. «El agua está perfecta», afirmaba Unai después, contento. No se zambullía desde 2015. «Pasamos nervios por el riesgo que supone –aseguraba Iratxe–, pero nos encargamos de que sean felices y hagan cosas que pensaban que no iban a poder hacer. Les ayudamos a cumplir su sueño, es muy satisfactorio». «Aketza controla mucho y te lo pasas pipa –relataba Imanol , empapado–. El agua estaba buenísima».
Aketza revelaba que «este grupo con diversidad funcional» , en algunos casos con una discapacidad casi completa, es «el más duro» de mover. «Aunque nos veas haciendo chistes, el corazón nos va a dos mil para poder controlar y que salga todo bien». Para él, es importante que «disfruten del paseo. Aquí no hay secretos, lo que más les gusta es el agua, la naturaleza y salir de la monotonía. Para ellos es un puntazo». Asier revelaba: «Con ganas, todo es posible».
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