«Sólo pedimos un columpio bien adaptado»
Una familia de Leioa pide un nuevo balancín que sustituya al actual de Estartetxe que, aseguran, es «peligroso» para su hija, con parálisis cerebral
Ane Ontoso
Leioa
Martes, 6 de febrero 2024, 15:15
Fatma es una niña saharaui con necesidades especiales. Llegó a Leioa hace un lustro, donde la acogieron Ibone Peña y David Fernández. Tiene dieciséis años, pero sus padres la definen como una «niña eterna». Como cualquier chiquilla, encuentra la felicidad en un columpio. Debido a la parálisis cerebral que padece, sin embargo, en su caso lo necesita adaptado. Hasta hace unos meses, el céntrico parque Estartetxe disponía de uno. Pero el mal uso que recibió por parte de algunos niños acabó en poco tiempo con los arneses de sujeción.
«Llegamos a ver hasta seis encima de él, quizá debería colocarse en un parque menos concurrido –reprueban los progenitores–. Para arreglarlo, el Ayuntamiento ha colocado una cadena de barraca que no impide que Fatma se escurra y se caiga». La parálisis cerebral provoca distonía o contracciones involuntarias de los músculos, lo que convierten este balancín «en un peligro, no tiene capacidad de agarre –se queja Ibone–. Además, lo han subido y apenas puedo colocarla sin ayuda».
«Cuando se rompió lo repararon, pero la nueva sujeción no impide que Fatma se escurra y se caiga. Es un peligro»
La familia alude a otros columpios de municipios adyacentes, como el parque de la casa de cultura de Romo, que es «un poco más armado» y tiene un arnés de cuerpo entero con sujeción entre las piernas muy parecido al de las atracciones que tanto le gustan a Fatma. Otra opción sería el que disponen Santurtzi o Sopela, accesible para silla de ruedas. «Pero es mucho más caro, nos conformamos con la versión intermedia –afirman–. No pedimos nada especial, tan sólo algo tan sencillo como un columpio bien adaptado y seguro en nuestro pueblo, que sirva para todos los niños con diversidad funcional, que tienen los mismos derechos».
«Soluciones»
La familia asegura que ha sido recibida por el Consistorio, pero no se siente escuchada. «Teníamos soluciones, no sólo exigencias. Si no saben cómo hacerlo, podemos orientarles –proponen–. Leioa tiende a la accesibilidad, pero tiene que ser efectiva. Está adherida a la propuesta del investigador italiano Francesco Tonucci de la Ciudad de los Niños, pero pedimos que sea para todos los niños».
Los padres de Fatma también están descolocados por la situación «surrealista» que viven en el polideportivo Sakoneta cada vez que acuden con su hija a la piscina. «Es lamentable –revelan–. Sabemos que está en horas bajas por el que se va a construir en Torresolo, pero de mientras tenemos que cambiarla en una especie de almacén 'adaptado' y creemos que necesita una obra aunque sea temporal. Otros niños y familias se están cambiando en saunas».
Según el Ayuntamiento, procedió «a la reparación del columpio adaptado y, en estos momentos, está en perfecto estado y cumple con la normativa exigida por Europa en materia de accesibilidad». Atendiendo a su demanda, el Consistorio cuenta que «colocó un cartel para advertir de uso exclusivo a personas con discapacidad, pero éste ha sido arrancado». En cuanto al vestuario en Sakoneta, el Consistorio valorará «mejorar el espacio y su uso».
