La polémica plaza de La Estación de Las Arenas se remodelará en 2022

Por fin hay una fecha para remodelar la polémica plaza de La Estación de Las Arenas. La transformación de este gran espacio de esparcimiento gris terminará para diciembre de 2022 si se cumplen las promesas del equipo de gobierno, integrado por PNV y PSE. Todo se hará mediante un proceso participativo en el que se atenderán las opiniones de los vecinos, siempre muy críticos con el diseño inicial de este espacio ubicado en un lugar privilegiado. Aparte de este proyecto se ejecutará la semipeatonalización del tramo comprendido entre la calle Mayor y el barrio de Santa Ana.

El primer paso consiste en «escuchar» las opiniones de los residentes de Romo y Las Arenas sobre cómo les gustaría que quede definitivamente la plaza. La alcaldesa, Amaia Agirre (PNV), anunció ayer que el 16 de septiembre concluirá la primera fase del proceso participativo para crear «un lugar más humano, accesible y sostenible». El calendario para hacer realidad este cambio ya está elaborado. Tras escuchar a los ciudadanos, con cerca de 400 encuestas, los técnicos pasarán a elaborar tres proyectos que se exhibirán en la propia plaza, del 11 al 22 de octubre. Los ciudadanos mayores de 16 años podrán escoger el que más les gusta. La promesa es que las obras arrancarán en mayo de 2022 y acabarán en ocho meses, con un presupuesto de 1,8 millones. Una cantidad muy superior a la fijada en 2019, cuando se planteó otra remodelación valorada en 600.000 euros, pero no incluía la semipeatonalización contemplada ahora.

«Ya es hora de que hagan algo», se queja Pablo Galán. Este vecino de Las Arenas rememora que «esta plaza triste y horrible se hizo cuando estaba Iñaki Zarraoa de alcalde Getxo. Mira que ha pasado tiempo y todavía no conozco a nadie que le haya gustado», se queja este jubilado.

Se trata de un enorme espacio embaldosado en el que se colocó una fuente cibernética moderna que solo consiguió incrementar los problemas porque el viento llevaba el agua muchos metros más allá del perímetro de los chorros, por lo que se convirtió en foco de constantes resbalones y caídas. Hasta se abrió una web con el nombre de 'la plaza de la estación' en la que los vecinos plasmaban sus críticas por lo que consideraban «un nefasto diseño». Tras años en marcha, se acabó diluyendo. «Sería por hartazgo, porque esto deberían haberlo transformado hace más de 20 años como mínimo», se queja Mercedes Hernández. Allí se «tuestan» los jubilados al sol en jornadas como ayer. «Aquí no aguantan ni los perros una hora porque no hay ni un banco en sombra, ni un árbol», suelta José Ignacio, otro jubilado muy crítico con este espacio.

Ayer la propia alcaldesa admitió que es una deuda pendiente con la ciudadanía. «Venía de lejos y era un deber», reconoció la primera edil, convencida de que las obras se llevarán a cabo. La reclamación de transformar esta plaza ha sido recurrente. Durante años ha figurado como una de las solicitudes vecinales mayoritarias. Por el camino quedan la organización de concursos arquitectónicos abiertos al mejor diseño que se quedaron en agua de borrajas y promesas políticas que jamás fraguaron. Respecto al proyecto anunciado esta última vez, la responsable de Infraestructuras, Obras y Servicios, Janire Ocio, explicó que las aportaciones ciudadanas se pueden canalizar a través de la web municipal (www.getxo.eus), depositarlas en las urnas colocadas en la Romo Kultur Etxea y Getxo Elkartegia, o en la carpa informativa que se instalará en la plaza los días 8, 10, 13 y 15 de septiembre.

Temas

• Las Arenas