Plentzia y Aranzadi estudiarán la memoria histórica de la villa

El Ayuntamiento de Plentzia y la Sociedad de Ciencias Aranzadi presentaron ayer el nuevo acuerdo que han firmado para investigar durante los próximos años las violaciones de los Derechos Humanos que tuvieron lugar en la villa durante la Guerra Civil y el franquismo. Un estudio que se llevará a cabo desde este año hasta el 2026 y para el que este ejercicio se ha destinado una partida de 15.000 euros.

El alcalde, Aitor Garagarza y el concejal de Transición Ecológica y Patrimonio, Izotz Amundarain, dieron a conocer el proyecto junto al investigador Javier Buces y destacaron, asimismo, la apertura el 19 de febrero de una oficina de memoria para recoger testimonios, que se ubicará en el edificio Billabasoena (Goienkale, 25), donde precisamente se halla el Archivo Histórico de Plentzia. Estará abierta hasta el 11 de marzo todos los lunes en horario de 11.00 a 13.00 horas y de 15.00 a 19.00 h., y en caso de no poder acudir disponen el teléfono 943466142 o el mail memoria@aranzadi.eus.

Se trata de la primera fase de búsqueda de «la verdad» para poder ofrecer «respuestas y reparación» a familiares y víctimas que vieron vulnerados sus derechos. «Es muy importante que la gente se acerque para poder documentar todo. Ahora es el momento –explicó Buces–. Si no hay testimonios, no se documenta y parece que no ha existido esa violencia». Aunque su intención es recoger las declaraciones de manera audiovisual, no es obligatorio para aquellos que prefieran salvaguardar su identidad. «Cada uno elige cómo quiere contarlo, incluso hay personas que no quieren que se publique hasta haber fallecido. Pero ya queda constancia para recuperar la memoria».

Según el investigador, si no queda vestigio alguno, se corre «el peligro de blanquearla», un hecho sobre el que ya han conocido «intentos, sobre todo del final». De hecho, una de las novedades de este estudio, que no se había hecho así hasta el momento, es que no se va a centrar únicamente en la Guerra Civil, sino que solicitarán datos de familiares o personas represaliadas desde 1936 hasta 1978, últimos años de la transición. «Parece que a partir del 45 el franquismo se diluye, pero hay otras connotaciones y lo lógico es que se estudie de principio a fin», afirma Buces.

Con este trabajo buscarán poner «nombres y apellidos de quienes sufrieron», sostiene Garagarza, que menciona algunos episodios de transgresiones, como la muerte del niño Eugenio Campillo en un ataque aéreo a la plaza del Astillero el 15 de junio de 1937, un día después de que las tropas tomaran la villa, o el exilio del plentziarra Nicolás Landa Garay, alcalde en 1931.

Amundarain explicó, asimismo, que esta investigación no empieza de cero y «se nutrirá de trabajos de otras asociaciones». En la Semana de la Memoria, en torno al 14 de junio, se dará a conocer el avance del estudio con Aranzadi, que se pretende recoger en un libro y en una web cuando finalice.

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