Plentzia abandona su servicio de recogida de animales autónomo

El Ayuntamiento justifica su decisión en el elevado coste de la gestión propia, que en 2024 ascendió a 60.000 euros, una cifra que, según el alcalde Aitor Garagarza, «supera la capacidad de gasto del municipio». Hoy en día, lo gestiona de manera autónoma ya que el año pasado intentó licitar el servicio, pero el concurso quedó desierto. Posteriormente, trató de participar en una licitación conjunta a través de la Diputación, pero el proceso se paralizó en diciembre debido a desacuerdos con una de las empresas del sector. Ante la imposibilidad de encontrar una solución viable a corto plazo, el Ejecutivo local ha optado por volver a delegar la gestión en la entidad supramunicipal.

Desde el PNV consideran que esta decisión «limita la capacidad de reacción y somete las prioridades locales a los intereses de la comarca». «No hay garantías de que se mantengan los estándares de calidad que Plentzia necesita, como los tiempos de respuesta de 45 minutos para la recogida de animales», han denunciado. Además, advierten de que «la adhesión podría suponer un incremento de costes y una mayor burocracia que ralentizaría la ejecución de tareas esenciales».

Las asociaciones que colaboran en la gestión del servicio también han mostrado su preocupación por la decisión del Ayuntamiento. Los animalistas han detectado deficiencias principalmente en la práctica de la recogida de felinos con dotaciones «inadecuadas» que no cumplen con el método CER. Además, frente a los gastos que ha supuesto para la localidad, los miembros voluntarios de estas agrupaciones afirman que durante años han sido ellos los que «se han dejado su propio dinero para esterilizar, alimentar y velar por la atención veterinaria de los felinos».

Uribe Kosta redactará a mediados de este año los pliegos para la contratación. La licitación vigente es de 2023, cuando el entonces Administración plentziatarra, liderada por el PNV, optó por mantener la autonomía, ya que «el trabajo que se estaba haciendo con asociaciones locales y protocolos internos era más sólido y avanzado que el que tenía en aquel momento la mancomunidad». Previamente había formado parte de la gestión conjunta contratada en 2017 por un plazo de dos años. Antes de eso, durante seis ejercicios, cada pueblo lo llevaba por su cuenta.