Nuevos semáforos en Gorliz refuerzan la seguridad vial
La medida atiende una demanda vecinal histórica de reducir la velocidad de los coches en la calle Tribiñu, cerca de los accesos a la ikastola
«Los niños de Gorliz tienen miedo de cruzar la calle», lamentaban los vecinos desde hace años ante la falta de seguridad vial en los ... accesos de la ikastola. Frente a la evidente necesidad de frenar el tráfico en la zona, se han tomado ahora nuevas medidas. Se han instalado tres semáforos en puntos estratégicos con el objetivo de proteger a los más pequeños. Dos de ellos regulan los cruces cerca del centro educativo, en la calle Tribiñu, mientras que el tercero se ubica en la calle Urezarantzan (Entrepinos), junto a la parada de autobús.
La decisión responde a una petición que los vecinos venían reclamando desde hace años, y que ya quedó recogida hace tres ejercicios en la consulta participativa para redactar el Plan de Movilidad Urbana y Sostenible –aprobado el año pasado–. Entonces, entre las propuestas ciudadanas estaba la colocación de semáforos en Tribiñu o la presencia de la Policía Local a la entrada y salida de la ikastola, así como otras medidas complementarias: nuevos pasos de cebra, badenes para reducir la velocidad, control del ruido del tráfico y mejoras en la señalización.
La calle Tribiñu, uno de los viales más transitados del municipio, es señalada por los propios vecinos como una de las zonas más peligrosas. «Durante la temporada escolar este cruce es un caos de coches con prisas», explican, apuntando a que la curva con raya discontinua en el inicio de la calle favorece adelantamientos muy peligrosos sin apenas visibilidad. A esta circunstancia se suma la elevada densidad de tráfico, ya que por allí circulan tanto los coches particulares como los autobuses de línea. El punto negro es reconocido por el Consistorio, por ello fuentes municipales señalan que «con estos elementos se busca extremar la precaución en los entornos más sensibles y garantizar que los desplazamientos cotidianos de los niños y sus familias se realicen de la mejor manera posible».
De esta manera, la localidad avanza en su propósito de dar prioridad al peatón, así como se establece en el plan. De hecho, hace unos años se instalaron cuatro radares pedagógicos en Tribiñu y Mungia Bidea. Estos dispositivos han servido para recoger datos relativos a la velocidad y al número de vehículos que pasan a diario, y así «fomentar el respeto y la conciencia».
Aunque ha habido avances para la seguridad en el entorno escolar, algunos residentes insisten en que quedan calles pendientes de regulación. Entre ellas, el cruce de Ageo con Tribiñu, por donde también se desplazan los menores y peatones en general. «Es un punto muy conflictivo porque, además, muchos padres bajan en coche para dejar a sus hijos», denuncian.
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