Jóvenes ocupan una lonja junto al Nagusien Etxea de Romo

La ocupación está relacionada con las protestas por el derribo de la Nagusien Etxea. La Diputación quiere derribar el hogar del jubilado y el edificio anexo en el que se ubicaba el euskaltegi –y que posteriormente fue un Gaztetxe– para construir un centro intergeneracional con un centenar de camas para dependientes y 40 apartamentos dotacionales para jóvenes.

La decisión de derribar la Nagusien Etxea de Romo ha encontrado un fuerte rechazo en la asociación de jubilados y entre numerosos grupos de jóvenes y vecinos. El pasado verano, un juzgado ya paralizó cautelarmente el inicio de la demolición, después de un despliegue policial organizado con el objetivo de «recuperar el edificio, de titularidad municipal».

Las excavadoras entraron finalmente en el solar a mediados de febrero, tras recibir la autorización judicial. Las obras trataron de ser detenidas por un grupo de medio centenar de personas y se produjeron incidentes con los efectivos de la Ertzaintza desplegados en la zona. Una persona fue detenida por «atentado contra la autoridad y daños en el mobiliario», y los manifestantes denunciaron que algunas personas resultaron «heridas» durante la intervención policial. Los trabajos han seguido con una mayor presencia de efectivos de la Brigada Móvil de la Ertzaintza.

En este contexto se produjo la ocupación del inmueble, que llevaba tiempo sin actividad, durante la noche del viernes. Fueron unos vecinos los que llamaron a los servicios de emergencias después de escuchar fuertes golpes en una puerta del edificio que da acceso a la lonja. Los jóvenes entraron con la intención de quedarse –llevaron también utensilios de cocina–, se conectaron de forma irregular a la corriente eléctrica y desplegaron una pancarta en la puerta del local. En torno a las 10 de la mañana fueron desalojados sin mostrar oposición por efectivos de la Brigada Móvil.