La Estación Marina de Plentzia crea un laboratorio para analizar la salud en la costa
El nuevo proyecto busca detectar riesgos sanitarios en los municipios costeros y promover soluciones con participación local
La gripe aviar, el ébola y hasta la pandemia del covid son recordatorios trágicos de cómo las enfermedades pueden traspasar las especies y entornos, una ... situación sanitaria en la que investigadores de la Estación Marina de Plentzia ya han puesto el foco. Partiendo de la premisa de que la salud de los seres humanos, animales y medioambiente está conectada, los científicos del centro trabajan junto personal de los ambulatorios de Uribe Kosta, los ayuntamientos de Plentzia y Gorliz, el Gobierno vasco y la Diputación, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, la Agencia Vasca del Agua, y asociaciones relacionadas con el agua y el medio ambiente como Goazen Up y Orcamaris, para poner en marcha el primer Laboratorio de Salud Integrada de Euskadi, con la desembocadura del río de Butrón como escenario principal.
El enfoque de la iniciativa 'Una Sola Salud', defiende que el bienestar de los vecinos, del entorno natural y la de los animales no se pueden tratar por separado. Eso cobra especial sentido en los municipios de Plentzia y Gorliz, donde conviven actividades turísticas, vida local, valor ecológico y un entorno costero que también está expuesto a los efectos del cambio climático.
Por ello, durante los últimos meses, el grupo ha realizado un estudio del estuario, analizando su biodiversidad, el estado del agua, la calidad ambiental y también las condiciones sociales de ambas localidades. Ahora comienza una nueva fase. Buscar soluciones conjuntas a los retos detectados, implicando a toda la comunidad local.
Según explica Néstor Etxebarria, subdirector del centro y uno de los impulsores de la actividad, uno de los aspectos que más preocupa es el uso frecuente de medicamentos, y en particular, de antibióticos. «Su presencia en las aguas representa un riesgo para la salud pública y también para la naturaleza», advierte. En este sentido, uno de los objetivos del laboratorio es detectar y comprender la relación entre contaminantes y virus y bacterias presentes en el entorno, y cómo estos pueden influir en la aparición de enfermedades. Para ello, se cuenta con la colaboración del Centro Vasco para el Cambio Climático, el laboratorio especializado en resistencias antibióticas y la propia Universidad del País Vasco.
La importancia del proyecto se multiplica si se tiene en cuenta que estos municipios tienen una gran afluencia turística, especialmente en los meses de verano. «Esta situación condiciona tanto la toma de muestras como las actividades científicas. Aunque también invita a reflexionar sobre cómo gestionar el entorno para preservar su valor natural y garantizar el bienestar de quienes viven o lo visitan», añade Etxebarria.
La intención, según los investigadores, es que no se quede en una experiencia local, sino que se convierta en una referencia que pueda replicarse en otras zonas litorales de Euskadi y de Europa.
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