Las aglomeraciones por las 'Madalenas' en Plentzia obligan a intervenir a la Ertzaintza
La fiesta, que se prolongó hasta la madrugada, se saldó con dos denuncias y multas por el incumplimiento de las medidas sanitarias
Esta vez no hubo los ya tradicionales cócteles por 'Madalenas', pero la celebración de esta fiesta tan popular volvió a subir el miércoles la temperatura en Plentzia. La juerga en la villa marinera se prolongó hasta pasadas las cuatro de la madrugada y se saldó con dos denuncias a particulares por el incumplimiento de las medidas sanitarias, según ha podido saber EL CORREO. La Ertzaintza, que se desplazó hasta el municipio en dos furgones y dos coches, tuvo que intervenir para cortar una 'ola festiva' que se formó en el centro urbano a primera hora de la tarde y que fue creciendo hasta estallar a altas horas en un bar próximo al puerto.
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Era el día grande en Plentzia y las alarmas estaban encendidas por saber cómo transcurriría la jornada. Todavía estaban muy presentes los precedentes, los episodios registrados en el pinar de Gorliz y en Sopela durante los 'sampedros'. Por eso había que estar atentos.
El Ayuntamiento había anunciado la cancelación de todos los emplazamientos festivos por el coronavirus, pero los vecinos, y algunos visitantes, quisieron conmemorar una fecha tan señalada. Así, a las comidas entre amigos les siguió el poteo por los bares de Erribera. «Cada vez se iba sumando más gente y pasadas las nueve de la noche esto ya estaba lleno», comentaban este jueves responsables de los bares que abrieron en la tarde del miércoles, quienes tomaron la decisión de no servir cócteles.
La escena en esta céntrica calle se trasladó también al paseo junto a la ría. Ambas zonas fueron testigo de una multitud de grupos que se amontonaba a pocos metros de distancia y en los que las mascarillas brillaban por su ausencia. «Cada vez que entraban a pedir algo les teníamos que recordar que se pusiesen las máscaras, por lo menos nos hicieron caso», apuntaban los dueños de los establecimientos hosteleros, quienes no eran ajenos a lo que se estaba viviendo fuera. «Había demasiada gente y por miedo a lo que se estaba generando, y también a lo que nos pudiese pasar, optamos por bajar la persiana y cerrar los bares a las 22.30 horas». Y uno tras otro, en cadena, todos echaron el cierre antes de la hora prevista.
Hacia el puerto
El gentío, impasible, no le dio demasiada importancia a este hecho y continuó durante un largo rato en la zona. «A las doce, cuando salimos del bar, todavía seguían ahí», recuerdan los hosteleros. La multitud se dividió entre los que optaron por emprender el camino de regreso a casa y quienes querían continuar con la marcha. Y estos últimos, en un número inferior, tomaron el camino de Areatza hacia el puerto. Allí continuaron la fiesta en un bar próximo al muelle, donde este jueves por la mañana aún se podían ver los restos del festejo. Copas y cervezas se hacinaban en la puerta de este establecimiento.
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Finalmente, la Ertzaintza tuvo que intervenir para cortar la fiesta, que alteró a los vecinos del lugar. Alrededor de las tres de la madrugada los agentes identificaron a dos personas, a las que interpusieron una sanción por el incumplimiento de las medidas sanitarias. La Policía autonómica también improvisó un control para evitar que la situación se pudiese descontrolar. Cuando la chavalería dio por finiquitadas las 'Madalenas', los agentes abandonaron la villa.
Lo ocurrido en Plentzia nada tuvo que ver con lo vivido el mismo día en Elantxobe y Bermeo, donde los vecinos disfrutaron de la fiesta en la intimidad. Allí las 'Madalenas' discurrieron sin aglomeraciones con el cierre de los accesos por tierra y mar en una jornada en la que sólo se mantuvo la tradición de lanzar la teja frente a la isla de Izaro.
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