Las mareas vivas vuelven a Zorrozaurre y Erandio: «El agua ha entrado, pero mañana será peor»

En el caso de la empresa Saigo, ubicada en uno de los extremos de la isla, sus operadores han tenido que tirar de escoba y fregona antes de empezar con el turno de trabajo. Gran parte de su almacén ha amanecido totalmente encharcado. «Ya venimos preparados. No sé qué está pasando este año, pero el agua siempre nos entra cuando antes no era así», cuenta Richar Gómez, uno de los trabajadores de esta empresa especializada en cierres metálicos y productos industriales.

A las ocho de la mañana el suelo aún seguía mojado y todos los materiales estaban subidos en un alto para no verse afectados por el agua. Están acostumbrados a la vez que «cansados» de que el agua entre en el local. No les ha pillado desprevenidos. «No hemos tenido daños materiales. Cuando hemos entrado a trabajar el agua ya se había ido así que hemos limpiado las zonas más afectadas, sobre todo en las que se utilizan máquinas para que los operarios no se patinen», añade. El mayor problema de esta compañía es que el agua entra por «las arquetas y las juntas de hormigón», así que poner sacos de tierra «es inútil». César, el propietario de un bar ubicado en la Ribera de Deusto que lleva su propio nombre, ha tenido la suerte de no tener que achicar en esta ocasión. Aún así, comenta que «incluso habiendo levantado el suelo, el agua entra más».

Aunque los vecinos de Zorrozaurre han asegurado que en esta ocasión «la ría no ha llegado a tocar los portales», los de Erandio sí que se han despertado con el agua corriendo por la calle San Ignacio y Obieta, situadas en el barrio de Altzaga. Aunque en la localidad de la Margen Derecha tampoco se han registrado daños materiales ni mayores incidentes, el temor de una nueva inundación reina entre los residentes de la localidad. De hecho, este mediodía los sacos de arena y barreras de madera improvisadas todavía protegían los accesos de los establecimientos comerciales y portales. La Policía municipal también ha colocado carteles en los bajos de los edificios informando sobre las mareas vivas. A las 17.28 horas se espera una pleamar de 4,72 metros de altura.

Lo que ha 'salvado' de posibles afecciones a los residentes y los comerciantes de Erandio es haber sido previsores. El pasado viernes, la coordinadora de Altzaga y Erandio alertó de lo que podría ocurrir este lunes. «También se ha desbordado la ría en un tramo del muelle debido a las obras que adelanta la Diputación de Bizkaia en el proyecto de la pasarela All Iron. El agua no ha causado problemas, pero de haberse dado las fuertes condiciones de viento y oleaje que se dieron el pasado 11 de marzo, la situación pudo haber sido grave», denuncian portavoces de agrupación. La pleamar de este lunes no ha sido tan virulenta como la de hace casi un mes, cuando el agua avanzó varios metros hacia el centro del pueblo e inundó los bajos de los edificios y los negocios.

Los trabajadores de la panadería Tahona Uribe han retirado a primera hora de este lunes los trozos de madera que sellaron la noche anterior con poliuretano en las puertas. Hace casi un mes, el local resultó anegado y sufrió varios daños en su interior. El agua causó entonces la avería de máquinas y mobiliario, así que ahora toman sus propias medidas de protección.

Las mareas vivas volverán este martes y miércoles. Mañana se espera que la pleamar roce los cinco metros de altura. Por ello, los propietarios de los locales y las comunidades de vecinos han decidido solo apartar las barreras para permitir la entrada y salida de las personas, pero volverán a funcionar como muro contra el agua durante las próximas noches. Los sacos de tierra seguramente también volverán a Zorrozaurre como medida de contención contra el agua. Richar Gómez cree que lo que ocurra mañana será «peor» que lo vivido esta mañana. «Si hoy nos ha entrado el agua, mañana más. Se espera que esta tarde comience a llover», cuenta.

Con al menos seis desbordamientos de la ría desde el pasado 31 de agosto, los vecinos, comerciantes y hosteleros de Erandio reclaman el Plan de Emergencias Municipal, que hasta el momento no se ha dado a conocer. Al respecto el Ayuntamiento no ha dado declaraciones. «Semanas después de la grave inundación, las autoridades no han realizado la más mínima acción de defensa efectiva», se quejan los damnificados.

Saioa López, residente de la localidad, se pregunta –al igual que la mayoría de vecinos– cuál es la cota crítica de riesgo de la marea para tomar las medidas urgentes que han solicitado. «No podemos vivir cada día con el temor de amanecer inundados», lamenta. «El tiempo ha impedido una tragedia, no queremos imaginar qué pasará cuándo lleguen las lluvias y los fuertes vientos», se cuestiona con preocupación.