Un mantero fractura un dedo a un policía municipal de Bilbao durante una redada

Durante la operación, se produjo un forcejeo entre uno de los vendedores ambulantes y uno de los agentes, que trataba de evitar la incautación de su mercancía. Fuentes municipales explican que este sufrió una fractura en un dedo tras ser golpeado el carro utilizado para transportar productos.

El Ayuntamiento de Bilbao, que «reprueba cualquier comportamiento agresivo o falta de respeto» contra la Policía municipal, explicaba ayer que una vez finalizó el forcejeo, el agente fue trasladado a la mutua, donde le diagnosticaron una fractura de una falange de un dedo de la mano izquierda.

El incidente de Bilbao volvió a poner sobre la mesa el creciente malestar en los cuerpos policiales, que cada vez con mayor frecuencia se ven inmersos en operativos marcados por la tensión, especialmente en contextos relacionados con la venta ambulante en el espacio público. Desde el sindicato Erne, a través de un comunicado remitido a los medios, denunciaron que «la violencia y la falta de respeto» a la que deben hacer frente los agentes no deja de aumentar, y advirtieron de que esta situación se está normalizando sin que las instituciones articulen una respuesta.

El sindicato puso en el punto de mira a los partidos políticos que componen la corporación municipal, a quienes solicitó que «que no miren hacia otro lado» y que tomen «medidas oportunas contra aquellos que campan a sus anchas y agreden a los agentes». Un reclamo que llega precisamente un año después de que el todas las formaciones con representación en el Consistorio -con la excepción del PP- acordaran un nuevo Pacto por la Seguridad Ciudadana que plasma la necesidad de aumentar la presencia policial en las calles y barrios bilbaínos. La central, de hecho, va más allá y reclama al Ayuntamiento «que se persona como acusación particular ante estos hechos».

Creciente tensión

La trifulca del viernes se produce, precisamente, tan solo ocho días después de que se registrara otro episodio de tensión en el centro de Bilbao, protagonizado por una decena de manteros que se encararon con efectivos de la Policía Local y de la Ertzaintza. Aquel incidente tuvo lugar en las inmediaciones de El Corte Inglés, cuando los agentes procedían a requisar la mercancía que los vendedores ambulantes estaban ofreciendo de forma ilegal en la calle. La situación se tornó especialmente delicada cuando se desataron gritos, empujones e incluso agresiones con cinturones.

Este nuevo altercado recordó otro episodio similar ocurrido 2023, en el mismo lugar y también en verano. Entonces, un grupo de personas, presuntamente sensibilizadas con la situación de precariedad que atraviesan los vendedores ambulantes, se enfrentaron a dos policías municipales que identificaban a un mantero. Entonces un agente recibió una patada en la cabeza y acabó en el hospital.