Luz verde ambiental a la supertubería para llevar agua potable a Busturialdea
El Gobierno vasco autoriza la conducción, de 16 kilómetros, que trasladará el líquido del sistema Zadorra hasta Bermeo tras una inversión de 50 millones
El Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco ha dado luz verde a la construcción de la tubería de 16 kilómetros que ... pretende solventar el déficit de agua potable en Busturialdea durante los meses de estío, cuando la falta de lluvias compromete el caudal de los arroyos de la zona y se muestran incapaces de abastecer a toda la comarca. La infraestructura pretende conectar el sistema del Zadorra, del que bebe gran parte del territorio, con la red de suministro comarcal, para que no vuelvan a repetirse las estampas de barcos transportando agua a la zona. Se trata de una obra de gran envergadura porque la conducción unirá Gatika y Bermeo pasando por Mungia y Meñaka a través de un trazado muy complejo, que alcanza desniveles del 25%, y que se adentra por la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. De hecho, la inversión rondará los 50 millones.
El primer tramo de la tubería nacerá en la sala de válvulas de Gatika y terminará en la estación de bombeo de Larrauri. De ahí discurrirá hasta Sollube. En el punto de mayor altitud, a 390 metros, habrá un depósito para 6 millones de litros. Hasta aquí, el cilindro tendrá un diámetro de 60 centímetros. Después, el líquido caerá por gravedad hasta la ETAP de Bermeo a lo largo de 2,85 kilómetros por un tubo más estrecho. La presión del agua será tan alta en este punto que una central de turbinado convertirá la energía en electricidad.
La obra reducirá un déficit de abastecimiento que ha obligado a trasladar agua en barco desde Santurtzi hasta Bermeo en verano de 2022 o a imponer restricciones en una época que coincide con la llegada de los vereaneantes y permitirá dotar de recursos hídricos suficientes al incremento de la población si se construyera el Guggenheim de Urdaibai. De hecho, garantizaría un caudal medio de 110 litros por segundo a la población, conformada en invierno por unos 47.000 habitantes pero que aumenta de forma significativa con el buen tiempo.
La resolución positiva de impacto ambiental del director de Calidad Ambiental y Economía Circular se firmó el 28 de octubre, pero no se ha hecho pública hasta esta semana. El Gobierno vasco estima que si se respetan las medidas correctoras anunciadas por el Consorcio y las que añade Sostenibilidad «no se prevén efectos negativos significativos» sobre el medio ambiente. Descarta por ello la necesidad de que el proyecto se someta a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, –siempre y cuando se incluyan las precauciones ambientales en los pliegos de contratación–, lo que permite acelerar la tramitación del tajo en una zona medioambientalmente sensible.
Información pública
El trazado cruza 17 cauces, todos considerados de especial interés para el visión europeo, especie en peligro crítico de extinción. Y las obras se ocuparán 11.397 metros cuadrados de bosques y setos naturales, entre ellos alisedas de interés comunitario y bosques atlánticos dominados por roble de interés regional. Por su parte, hay 41 puntos de captación de agua que no pueden quedar comprometidos. Por ello aún queda «papeleo» por delante.
Según fuentes del Consorcio, está previsto que el proyecto se apruebe de forma inicial en enero y se abra un periodo de información pública. El Consorcio requerirá un maremagnum de autorizaciones a la Agencia Vasca del Agua y a varias direcciones de la Diputación, por ejemplo a Patrimonio Natural. El proyecto se aprobará definitivamente una vez completado este proceso. La previsión es iniciar las obras en 2026. Durarán cerca de dos años. Sostenibilidad también obliga a que todo se desarrolle a contrareloj, porque el Consorcio dispone de 4 años desde ayer para ejecutar la conducción. Si no, la autorización caducará.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión