La lucha de la Guardia Civil contra el tráfico de animales protegidos en Euskadi
En las operaciones policiales se incautaron desde un abrigo de ocelote hasta una lechuza común
La Guardia Civil ya trabaja ahora en Euskadi la protección de la naturaleza y el medioambiente. Lo hace desde una perspectiva distinta a la ... que se pretende implementar. Ahora, básicamente persigue estos delitos a través de su unidad de Policía Judicial, que desarrolla su labor de la mano de los juzgados de instrucción y de la Fiscalía, y de los agentes que operan en el mar y en el aeropuerto.
De hecho, hace varias semanas desde la propia Fiscalía del País Vasco se puso en valor su trabajo en este ámbito. En concreto, se señaló que la intervención de la Guardia Civil ha resultado «decisiva» en el «inusitado número de asuntos relacionados con el tráfico de animales protegidos». En la memoria anual de los delitos investigados en 2018, la fiscal superior, Carmen Adán, se hizo eco de una serie de operaciones policiales en las que se incautaron desde un abrigo de ocelote hasta una lechuza común. También se intervinieron patas de elefante y tortugas 'testuda marginata' y 'mississipi'. Además, explicó que hubo una intervención en una lonja del partido judicial de Barakaldo, donde se ofertaban un león disecado y piezas de marfil.
Más agentes formados
En este contexto, grupos ecologistas y partidos de la oposición han pedido que se refuerce la unidad de delitos medioambientales de la Ertzaintza. El parlamentario de EH Bildu, Mikel Otero, propuso esta medida al entender que «sólo una parte ínfima» de los delitos medioambientales son juzgados y castigados en Euskadi. Otero aseguró que los «ocho» agentes especializados en esta materia de la Policía vasca no son suficientes para hacer frente a este tipo de infracciones.
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