«¿Alguien se ha preguntado por qué hay pocas personas con discapacidad cobrando la RGI?»
El director general de Lantegi Batuak, Txema Franco asegura que la entidad ahorra a la sociedad vizcaína 207 millones de euros. «Por cada euro aporta 13 con horas de cuidados liberadas a familiares, creación de tejido industrial y menos prestaciones»
«¿Alguien se ha preguntado por qué hay pocas personas con discapacidad cobrando la RGI? Uno de los motivos es porque están trabajando en nuestros centros». La frase pronunciada ayer por Txema Franco, director general de Lantegi Batuak, resume la importancia de un concepto que la entidad quiere acuñar: «el valor social integrado». A grandes rasgos podría resumirse como el ahorro total que supone una entidad del tercer sector para la sociedad. En el caso de Lantegi Batuak esa cifra se sitúa en los 207 millones de euros anuales, según un estudio que ha realizado la propia entidad con la colaboración de la UPV y la Universidad de Deusto. El documento desglosa las principales partidas: el retorno de Lantegi Batuak a las Administraciones Públicas en concepto de IVA y otros impuestos ronda los 100 millones, el ahorro en horas de cuidados para los familiares de personas con discapacidad supone 49 millones, otros 120 millones se generan gracias a la creación de tejido industrial y su «efecto tractor» y, por último, evitan un gasto público de unos 47 millones en pensiones no contributivas y prestaciones.
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«La contabilidad social» desarrolla una metodología que va más allá de los habituales parámetros financieros de rentabilidad para reflejar «la repercusión de organizaciones cuyo principal objetivo y valor es la generación de oportunidades laborales para personas con discapacidad, con el correspondiente efecto positivo adicional en el ámbito personal y familiar de dichas personas, y en el conjunto de la sociedad», defendió Franco en un acto con usuarios y familiares al que también acudió la diputada de Empleo, Inserción Social e Igualdad, Teresa Laespada, y Marcos Muro, el viceconsejero de Empleo y Juventud del Gobierno vasco. Trabajan en los 23 centros de Lantegi Batuak unas 3.000 personas, 2.700 de ellas con discapacidad y el 65% de ellas con especiales dificultades de inserción laboral. Personas como la bermeana Itsaso Hormaza, que limpia y ayuda en las oficinas de Gorabide en Gernika. «Me he podido mudar y tener una vida y un futuro con mi marido», agradece. No será su último paso. «Mi objetuvo es llegar al trabajo ordinario y presentarme a una OPE de la Diputación».
Susana Gorbeña, presidenta de Gorabide y «hermana de un usuario de un taller de Sondika», defendió que «no podría imaginarme cómo sería la vida de mi hermano, que tiene ya 58 años, sin las oportunidades laborales de Lantegi Batuak, que le aportan también un espacio de privacidad al que no va acompañado por familiares». Marcos Muro lo resumió en que «si Lantegi no existiera, habría que inventarlo»y recordó que «engloba a un tercio de las diez mil personas que trabajan en los centros especiales de empleo». Laespada celebró que este estudio haga aflorar «trabajos no reconocidos porque lo que no se conoce no existe, como sucedía con el trabajo de las mujeres en casa» y pidió «un esfuerzo a las empresas para que puedan llegar al empleo ordinario». Mireia Izaguirre, madre de Jon -otro trabajador de Lantegi en Amorebieta- agradeció «una experiencia positiva en todos los sentidos, no sólo el laboral , porque contribuye a unas rutinas diarias, a tener una misión, un objetivo».
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