Koopera: así se reutiliza un pantalón vaquero
Del armario al contenedor y de ahí a la planta de reciclaje para acabar de nuevo en la tienda
Domingo, 15 de diciembre 2019, 01:07
Raquel Rochas elige los vaqueros tras echar un vistazo a su fondo de armario. Acostumbra a hacer donaciones a Koopera coincidiendo con los cambios de temporada.
Sergio García
Raquel introduce los pantalones y un jersey en un bolsa, como recomienda Koopera. El plástico será luego empacado en balas para su posterior reciclaje.
Sergio García
Llega el momento de depositar las prendas. Raquel acude al contenedor blanco de Elcano, 19, frente al Instituto de Miguel de Unamuno.
Sergio García
Patxi Astobieta y Óscar Reyes han comenzado su jornada a las seis de la mañana. Por delante tienen una ruta con 56 puntos de recogida.
Sergio García
Óscar Reyes supervisa el vaciado del contenedor. Su Iveco Extralis es capaz de cargar hasta 6 toneladas de ropa.
Sergio García
Patxi Astobieta ha empezado la jornada en Santutxu y la acabará en Zorroza. Los lunes, asegura, «son de pegada», más aún si vienen después de un puente festivo.
Sergio García
Patxi Astobieta maniobra para descargar su camión en la nave de recepción de Koopera Reusing Center, donde se clasifican los envíos de toda la cornisa cantábrica. Son más de 12.600 toneladas al año llegadas de 1.130 puntos de recogida.
Sergio García
Óscar Reyes supervisa la operación de descarga, que en pocos minutos inunda la nave de prendas, zapatos y complementos.
Sergio García
Muntaga separa los juguetes, libros y pequeños artículos electrónicos que conforman la fracción 'bazar'.
Sergio García
Mari Carmen revisa unos pantalones en las jaulas donde se amontona el material que se enviará a las dos tiendas de Koopera en Chile.
Sergio García
Yacine se sirve de una aplicación por reconocimiento de voz para clasificar según temporada, género o tipo de artículo la avalancha de ropa que pasa de las cintas transportadoras a las tolvas.
Sergio García
Mari Luz revisa los pantalones de Raquel antes de su procesamiento. 10.000 kilos de ropa llegan cada día a la planta de Mungia.
Sergio García
Los trabajadores de Koopera practican la gestión integral de todo lo recogido en sus contenedores -sólo en Bizkaia hay 428- con un objetivo, alcanzar el 'residuo 0'.
Sergio García
El proceso de clasificación se resuelve desde 38 'sopladores' que arrojan la ropa en jaulas.
Sergio García
Una vez en la planta, la ropa pasa por el circuito de tratamiento y procesado donde se analiza, clasifica y selecciona según el tipo de prenda, el estado de ésta y la temporada en que su uso sería óptimo.
Sergio García
Rebeca carga los 'burros' o percheros en función de los pedidos que demandan las tiendas.
Sergio García
Planta de higienización, donde se acaba con las bacterias y gérmenes que contienen las prendas mediante el uso de ozono. El sistema, que consiste en exponer el material a la acción del gas durante al menos 8 horas y en una habitación cerrada, es similar al empleado en los hospitales
Sergio García
Pacas de plástico donde venían envueltas las prendas, preparadas para su posterior reciclaje.
Sergio García
Fachada de la tienda de Fernández del Campo, la más grande de las tres que la red de cooperativas tiene desplegadas en Bilbao. En toda España hay 32.
Sergio García
Javi conduce al almacén el pedido recibido desde Mungia. Mil doscientas prendas llegan con cada uno de los tres envíos que llegan por semana.
Sergio García
Eduardo revisa una partida de zapatos recién llegada a la tienda. Los artículos se dividen por departamentos. Unos a la sección VIP (ropa de marca), otros a 'Vintage', otros para uso común.
Sergio García
Julen empercha las prendas antes de su puesta a la venta. El precio de los artículos oscila entre los 3,99 euros de los más baratos y los 11 que puede alcanar la ropa de marca. Una persona puede salir de la tienda vestido de arriba a abajo por 30 o 35 euros.
Sergio García
Juguetes, libros y pequeños juegos electrónicos tienen cabida en la tienda, que organiza ferias de desembalaje y almonedas en fechas puntuales como las navidades.
Sergio García
Eloísa se hace con los pantalones que habían pertenecido a Raquel. Cuando pasa por caja el precio que paga por ellos es 3,99 euros.
Sergio García