La Justicia siembra dudas sobre las zonas de bajas emisiones

El recurso contra la zona de bajas emisiones (ZBE) en Madrid lo presentó el grupo municipal de Vox, lo que ha dado pie a la consabida utilización política del conflicto. Sin embargo, el fondo del asunto tiene su miga porque en otros puntos de España hay procesos similares en marcha con el mismo argumento jurídico. En Bilbao también. El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) siempre ha sido muy crítico con esta medida y ya ha anunciado el recurso de la ordenanza bilbaína ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).

Según el director gerente del colectivo, Eduardo Martínez, la situación vasca es similar a la madrileña. Aunque el proceso va, lógicamente, con más retraso porque aquí se acaba de estrenar. En el RACVN «estamos esperando a que el Ayuntamiento nos facilite el expediente donde están los informes que justifican la ZBE» para preparar debidamente el proceso. El plazo termina «esta semana». De no enviarlo, «será el juez quien se lo tenga que reclamar al Consistorio».

¿Y qué dice el equipo de gobierno municipal de Bilbao? Rechaza hacer declaraciones. En cualquier caso, aseguran no estar preocupados por la sentencia de Madrid ya que, según fuentes oficiales, los informes en la capital vizcaína están bien hechos. Es decir, se justifica debidamente la medida y se mide su impacto de manera correcta.

El problema de fondo viene a ser que, en realidad, la ZBE no cierra el paso propiamente a los vehículos más contaminantes, sino a los más viejos. En este sentido, la Asociación Vehículos Afectados por Restricciones Medioambientales pone un ejemplo: «El Mercedes-Maybach GLS 600 4Matic», un SUV «con un consumo medio homologado de 13,1 litros a los cien kilómetros». Pues «está considerado no contaminante y tiene etiqueta ECO» porque «su motor de 557 caballos recibe la ayuda de un sistema eléctrico».

Los jueces madrileños en su sentencia también se fijan en la proporcionalidad de la medida. Es decir, la relación entre su impacto en la ciudadanía, y el modo en el que mejora de la calidad del aire en la ciudad.

En este sentido, el director gerente del RACVN apunta que el caso bilbaíno es aún más sangrante porque «en el Ayuntamiento siempre dicen que la calidad del aire es buena, que no hay contaminación; si eso es cierto, ¿por qué limitar derechos de movilidad?». Además, está lo de medir los resultados de estas restricciones. «Dicen que tienen mediciones para justificar la ZBE y para medir sus progresos», pero para el RACVN esto no está claro ni se ha informado debidamente.

De momento lo único que parece claro es que este asunto tiene un largo recorrido judicial. La resolución del Superior madrileño no es firme y cabe recurso de casación ante el Supremo. Y lo de Bilbao irá para largo. En todo caso, la primera resolución judicial contra una ZBE fue la de Barcelona, cuyo Ayuntamiento, viendo llegar el varapalo judicial, cambió la ordenanza, con lo cual no se pudo aplicar la sentencia.

Todo esto ocurre dos días después de que Bilbao haya estrenado las multas en la ZBE. El primer día con el régimen sancionador en vigor entraron en ella 55.110 vehículos, aunque aún no se sabe cuántos de ellos lo han hecho de manera irregular.