Justicia para la niña Kiara

«Queremos recordar lo sucedido, que no caiga en el olvido. Que la Justicia sepa que hay una familia detrás de Kiara, que nadie tenga que pasar por esto nunca más». Valeriano Borja Moreno, el padre de niña hallada muerta en Atxuri, que se presenta como acusación particular contra la madre, acusada del homicidio, convocó ayer una manifestación en memoria de la niña fallecida con 9 años. Partió pasadas las siete de la tarde de la plaza de La Encarnación –donde la cría solía jugar, ya que su domicilio estaba situado varias calles más arriba– y culminó en el teatro Arriaga con un minuto de silencio. Una treintena de personas, entre ellos familiares y amigos, se unieron a la marcha, que cortó el tráfico en la zona durante media hora.

Grandes carteles con fotos de la menor, donde se leían mensajes emotivos como 'Amarte fue fácil, cómo olvidarte' o 'Nos haces mucha falta', el acto estuvo presidido por una pancarta con el lema 'En recuerdo de Kiara, por ninguna víctima más'. Una vez en la escalinata del teatro, los asistentes hicieron entrega de un obsequio al progenitor: una caja de madera con el rostro de la niña grabado en la tapa, que le hizo saltar las lágrimas. Durante el recorrido se corearon consignas en favor de la prisión permanente revisable. Los manifestantes pedían «cárcel para la asesina» y apelaban a los jueces, aunque será un jurado popular el encargado de decidir si la madre es culpable o inocente.

La niña fue encontrada muerta abrazada a su madre, en parada cardiorrespiratoria y con un hilo de vida, la noche del pasado 16 de enero en un domicilio de la calle George Steer. 'Ada', de 37 años, se recuperó en el hospital de Basurto, donde fue detenida por la Ertzaintza tras salir de la UCI. Desde entonces, permanece en prisión provisional como principal sospechosa del crimen.

Kiara murió por la ingesta de un cóctel de los medicamentos que tomaba la madre para sus graves problemas de salud, algunos de ellos en dosis letales. Junto al cadáver apareció una carta manuscrita en la que se insinuaba que había sido una tercera persona, concretamente un hombre, el responsable de la muerte. Los investigadores descartaron esta versión exculpatoria, que la mujer ha mantenido también ante el juez y en un texto escrito desde la cárcel.

'Ada' tendrá que ser sometida a un examen psiquiátrico para determinar si es imputable o no. La acusación particular pedirá para ella la pena máxima por un homicidio agravado.