Las Juntas rechazan una tasa Covid para empresas y particulares con grandes beneficios
EH Bildu planteó que fuera «progresiva y transitoria» y la defendió «para paliar la reducción de los ingresos». Los grupos le acusan de promover un cambio de fiscalidad encubierto
La apoderada de EH Bildu, Arantza Urkaregi, ha defendido hoy la introducción de una tasa Covid para las empresas y los particulares que sería «progresiva y transitoria». «Las enormes necesidades sociales y económicas derivadas de la pandemia requieren de la movilización de ingentes cantidades de recursos públicos y privados, precisamente en un contexto en el que se va a producir una disminución de los ingresos fiscales sin precedentes. Las necesidades de gasto no se corresponden con los ingresos ordinarios previstos», defendió. En ese sentido, abogó por una «fuente de ingresos extraordinarios» en la que «deben pagar más quienes más tienen, empezando por la cúspide de la pirámide».
Urkaregi defendió concretamente «un recargo, que suponga el incremento temporal, parcial, pero significativo o importante de los tipos impositivos de las personas y empresas con mayor capacidad económica en los siguientes impuestos directos: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, Impuesto sobre Sociedades, Impuesto sobre Patrimonio e Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, para un periodo de cuatro años.
La propuesta sólo fue apoyada por los propios proponentes, EH Bildu, mientras que Podemos se abstuvo y el resto de formaciones votaron en contra. «Creemos que los que más tienen deben implicarse más pero no apostamos por una medida transitoria sino por reformas fiscales,que sí debería modificarse ya que permite que empresas con enormes beneficios tributen poco. Los hogares más pobres sólo pagan 3 puntos menos que los más ricos, según un estudio reciente», apuntó Eneritz de Madariaga, portavoz de la formación morada. Tanto Podemos como EH Bildu criticaron que «no se adopten medidas fiscales de forma inmediata porque en mayo será tarde».
Los grupos que sustentan al Gobierno, PNV y PSE, se opusieron con firmeza. «Sobre esa premura para los cambios fiscales, hay que recordar que cualquier modificación que hagamos entrará en vigor a partoir del año 2022 por la propia tramitación», recordó el socialista Juan Otermin. «Es una reforma encubierta de Sociedades, IRPF, etc. Sólo quieren dar alas a su modelo fiscal. Nadie puede aventurar qué efecto tendrían esas medidas», apuntó el portavoz del PSE en Juntas. «Cualquier reforma debe hacerse en el marco de los tres territorios, y debe revisarse y se hará pero para alinearla con criterios sostenibles y de fiscalidad verde». La jeltzale Jane Eyre Urkieta apuntó que «el único objetivo de esa medida es aumentar los recursos. Falta una reflexión a fondo sobre las reformas de 2014 y 2018 y por supuesto cualquier cambio debe acordarse entre las tres diputaciones y el Gobierno vasco». La popular Amaya Fernández criticó la idea ya que «es una subida de impuestos encubierta». «Hay que tener en cuenta que la recaudación es una consecuencia de la actividad económica y esa idea va en contra de la actividad», aseguró. Fernández recordó que «todos los países europeos, de diferentes colores, están aprobando medidas en sentido contrario».