¿Cortaba el bacalao la 'fontanera' Leire Díez?
Ya disculparán ustedes, pero la tragicomedia es de tal calibre que cualquier discípulo de Berlanga y Valle Inclán se ve en la obligación de poner ... su mirada en semejante esperpento. Yo hablé con Leire Díez Castro, la 'fontanera' portugaluja exmilitante del PSOE.
Sucedió en marzo de 2023 cuando Díaz ocupaba la dirección de Filatelia de Correos. El motivo fue la presentación en Bilbao de un sello que reconocía al bacalao al pilpil como icono absoluto de la culinaria vasca. La estampa formaba parte de la serie de timbres postales 'España, en 19 platos', impresos por Correos.
«La elección de un plato de bacalao es significativa, no sólo en la actualidad, sino también, desde una perspectiva histórica. La filatelia posee ese componente histórico. Es cierto que el número de cartas enviadas ha descendido, pero se incrementa el interés por otras cuestiones filatélicas, la gente se ve representada en los sellos», subrayó. «Mire, el controvertido sello del Partido Comunista alcanzó una tirada de 430.000 ejemplares. Independientemente de los timbres que se quedan los coleccionistas, cualquier particular puede que tenga un tesoro dentro de 25 años. Ahora preparamos uno sobre el centenario de Lola Flores», me dijo en conversación telefónica Leire Díez Castro.
'Si me queréis, irsen'. No conservo el sello del bacalao al pil , pero sí la camiseta original de The Trip con la inmemorial frase de La Faraona.
«Con el sello del bacalao al pilpil se han puesto en contacto conmigo personas de México, y de otros países, que quieren un ejemplar porque les hace ilusión recordar así el plato que les cocinaban sus amamas o sus aitites. Esta serie de Gastronomía es una manera de acercar a la gente a sus raíces y a su tierra», apuntó.
¿Cortaba el bacalao la política vizcaína en su etapa madrileña? ¿Estaba Leire en todas las salsas... o sólo en el pilpil? ¿Sería más de vizcaína o salsa verde? Berlangadas estilo Soap aparte, Leire Castro anunció en un céntrico restaurante de Bilbao la emisión de 110.000 ejemplares de un sello estucado, engomado y fosforescente. En la imagen de la estampa se recogen los cuatro ingredientes imprescindibles para elaborar el plato: tajadas de bacalao, aceite de oliva virgen con 0,4º de acidez, ajos y guindillas. Cada hoja bloque junto a un matasellos conmemorativo se puso a la venta por 4,50 €.
La «momia pisciforme», como bautizó Julio Camba a la bacalada salada, se sumó así a otros sellos como la caldereta extremeña, el cocido madrileño, el pulpo a feira, el gazpacho, el pa amb tomàquet catalán con sus dientes de ajo o la paella valenciana con conejo, pollo, garrofón y ferraüra (judía verde plana) cocinada en un recipiente con un asa negra y otra roja y acompañada de las preceptivas cucharas de madera para su consumo comunitario.
Lo que es seguro es que nadie podrá acusar a la política portugaluja de no haber pegado un sello en su vida.
Que ustedes lo pasen bien.
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