La jueza abre la puerta a aumentar el número de investigados por la OPE de Osakidetza

El escándalo de aquella OPE fue lo que motivó la dimisión del exconsejero de Salud Jon Darpón y de gran parte de su equipo. La togada no aprecia en el proceder de aquella dirección indicios de haber cometido ninguno de los cinco delitos de los que les acusaba la central. En su resolución, resalta que no formaron ninguna asociación con fines ilícitos ni se reunieron «para organizar una filtración masiva» de aquellos exámenes. Tampoco tuvieron conocimiento a las preguntas «por lo que no pudieron revelarlas», recoge el auto.

La instrucción ha sido prorrogada otros seis meses. Hasta entonces tratará de esclarecer si se filtraron los ejercicios a unos aspirantes concretos, quiénes lo hicieron, si lo permitieron y se beneficiaron de aquella irregularidad. Aunque, salvo sorpresa, lo hará centrando el proceso en algunos integrantes de tribunal y opositores de las categorías bajo sospecha. En el auto refleja que aún hay varias declaraciones pendientes de presidentes y miembros de los órganos calificadores y que, en función de su testimonio, decidirá si es preciso investigar a un número mayor de personas.

Según se recoge en el escrito judicial tres son, a priori, las especialidades en las que podría aumentar el número de imputados: Cirugía Ortopédica y Traumatología, Aparato Digestivo y Urología. El sindicato ESK, una de las partes personadas en la causa, solicitó la investigación de una decena de opositores de estas categorías. En algunos casos son los que obtuvieron las notas más altas en aquellos exámenes y trabajan en el mismo hospital que el redactor del ejercicio. La jueza considera que este hecho, por sí solo, «no tiene relevancia penal» salvo que venga acompañado de otros indicios. Y ese es uno de los aspectos que se quieren resolver durante las testificales aún pendientes.

Otro de los aspectos que deberá aclarar la magistrada Rodríguez Ruiz -la tercera que asume la instrucción de este caso- es qué sucede con dos de las especialidades investigadas: Microbiología y Neurofisiología. Las centrales habían solicitado la investigación de médicos participantes en aquellos exámenes pero el auto lo desestima al indicar que estas dos categorías no son objeto de la actual investigación. Algo que choca con las decisiones tomadas por sus predecesoras. Desde ESK estiman que puede deberse a un error y es una de las cuestiones que van a plantear en su recurso.

Las partes están en plazo aún para presentar escrito de apelación ante este último auto. Los dos sindicatos personados en la causa están preparando el suyo, aunque con una línea muy diferente. ESK intentará que la sala reconsidere su postura y admita la investigación de un mayor número de personas que «se beneficiaron de las filtraciones» en especialidades como la de Traumatología.

Desde LAB insistirán en mostrar indicios sobre «la implicación» de miembros de la anterior dirección de Osakidetza en este presunto fraude. Para ello presentarán un recurso amplio en el que incidirán en los avisos sobre posibles filtraciones en algunas categorías recibidos por Salud antes de la celebración de los exámenes y ante los que, según la central, «la dirección y los que diseñaron aquella OPE miraron para otro lado». El cardiólogo Loma Osorio fue uno de los que alertó a Osakidetza que se iba a producir un fraude en su especialidad. Él era vocal de aquel tribunal. En la prueba práctica 22 opositores obtuvieron un 10, tantos como plazas había en juego.