Zorrozaurre se conecta a Bilbao con una nueva red de saneamiento bajo la ría

El primer par de tubos se colocó en la madrugada del lunes al martes; el segundo llegó a primera hora de la tarde de ayer; y el tercero, se va a poner esta tarde. Se trata de tres servicios diferentes, aunque cada uno cuenta con dos colectores. La lógica es que haya una instalación por duplicado para que en caso de fallar uno, se habilite el otro conducto. En la orilla un sistema determina por dónde se da paso.

Quizás las tuberías más importantes son las de saneamiento, que conectan la isla con el gran colector que discurre por la margen izquierda para llegar a la depuradora de Galindo. El otro servicio es de agua. Pero este no abastecerá la isla (el líquido le llega por conexiones junto a los puentes de Frank Gehry y San Ignacio) sino que es un sistema de refuerzo de la red general para que, en caso de cortes o problemas, haya vías alternativas de suministro. Por último, la tercera pareja de tubos se utilizarán para dar salida a los sistemas de geotermia que se generará en la isla. Es un sistema de generación de energía en el que se está invirtiendo mucho dinero y trabajo en la isla y que se quiere exportar a equipamientos cercanos; para ello hacen falta estos tubos.

En un principio el ánimo era que por ahí, por donde ahora irá el calor o el frío de la geotermia, llegasen cables eléctricos, pero los requerimientos técnicos hacían imposible este uso. Finalmente, se tenderán esos cables en otra instalación que estará más próxima al puente del Euskalduna. Ya hay cables también en la punta norte de la isla.

Aunque la longitud del cauce en este punto es de 85 metros, los tubos tienen 130 por la curvatura que deben hacer, entre otras cosas, para ganar profundidad. Hay que tener en cuenta que, al ser un canal navegable, el Puerto de Bilbao tiene unos requerimientos, es decir, unos mínimos de calado al que se puede llegar mediante dragas. Y eso condiciona la instalación de esta estructura subfluvial. En concreto, la zanja excavada en el lecho de la ría tiene tres metros de profundidad. Según explica Juan Carlos Sinde, el fondo se cubrió de arena antes de acoger las tuberías. Y, una vez instaladas éstas, se protegen con una escollera.

Tras años de planificación, preparación del terreno y obras, la isla de Zorrozaurre recibirá en los próximos meses a los primeros vecinos de los nuevos edificios levantados ya en las puntas norte y sur.