Rezos en Lourdes custodiados por la Policía

Miles de católicos acudieron ayer al santuario de Lourdes para celebrar la Asunción y «rezar por Francia» en una peregrinación que se desarrolló bajo fuertes medidas de seguridad tras el atentado de Niza y el asesinato de un cura el pasado mes de julio. Bajo un sol resplandeciente, medio millar de policías y militares patrullaron el lugar, en el que se congregaron más de 22.000 fieles. El presidente de la Conferencia Episcopal, Georges Pontier, llamó a los fieles a «rezar por Francia» e invitó a los creyentes a «congregarse en las iglesias» y a «prender velas» en homenaje al sacerdote asesinado. «En el fondo, uno se da cuenta que somos objetivo de atentados terroristas y que nuestro país está en el blanco, no sólo la Iglesia católica», añadió el obispo de Tarbes-Lourdes, Nicolas Brouwet.