Paso a nivel de La Calzada, en Balmaseda. pedro urresti

El Gobierno vasco urge el traspaso de Cercanías para iniciar la Línea 4 del metro

La negociación para asumir trazados como el de Bilbao a Balmaseda centra los esfuerzos del Ejecutivo de Urkullu

Lunes, 4 de abril 2022, 01:27

La negociación de las transferencias pendientes para completar el Estatuto de Gernika avanza a paso «lento», según reconocen las dos partes implicadas. Hasta ahora se ... han transferido 8 de las 33 materias acordadas en el cronograma que los Gobiernos central y vasco pactaron en enero de 2019, a las que hay que añadir otra de nueva creación y que ha generado una gran controversia hasta el momento de la rúbrica definitiva, a mediados de este mes de marzo: el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que llegó tras un tira y afloja de meses entre el PNV y el ministro José Luis Escrivá. El titular de Migraciones y Seguridad Social acabó cediendo por razones meramente políticas -la dilación en el traspaso, que se llegó a proponer como un convenio temporal a diez años, amenazaba el apoyo de los jeltzales a Pedro Sánchez- pero dejó clara su disconformidad al no acudir a la escenificación de la firma en la Comisión Mixta.

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Ahora, amarrada ya una de las 'joyas de la corona', los equipos negociadores de Madrid y Vitoria centran sus esfuerzos en el transporte ferroviario de Cercanías, un traspaso de calado no tanto por la cuantía económica y el personal asociado a la materia sino por su peso simbólico, al anticipar la desaparición de Renfe en Euskadi, y estratégico, al resultar clave para que Eusko Trenbide Sarea (ETS), dependiente del Ejecutivo de Vitoria y participada por la Diputación, pueda dar inicio a las obras de la Línea 4 del metro. «Es necesaria, sobre todo, para poder empezar a trabajar en eso», urgen en el Gobierno vasco, que se prepara, sin embargo, para una negociación larga y compleja.

Uno de los trazados más probables para ampliar el ferrocarril suburbano para conectar Bilbao con los barrios del sur de la capital -Zabalburu, Irala, Rekalde, Basurto y Zorroza- y, finalmente, Iraulegi en Alonsotegi, donde podrían levantarse unas nuevas cocheras del suburbano, calca en sus paradas parte del trayecto de Feve entre Bilbao y Balmaseda. Se aprovecharía así parte de esa infraestructura, que es la que ahora está sobre la mesa de negociación, para poner en marcha la Línea 4, cuyo arranque estaba previsto en principio para 2021, pero que la pandemia y los sucesivos retrasos han obligado a aplazar. Ahora, el problema es la complejidad técnica del traspaso, dado que el tramo entre la capital y la localidad encartada se extiende en la histórica línea de La Robla hasta León y en otra de sus ramificaciones hasta Santander.

Las claves

El traspaso supondría la desaparición de Renfe en Euskadi y que ETS pueda dar inicio a las obras

impacto simbólico

Autogobierno ya ha enviado sus alegaciones a la propuesta inicial del ministerio

negociaciones

Los negociadores deben encontrar una fórmula que permita la gestión vasca de la parte del trazado que cruza por Bizkaia, un acuerdo que el PNV preveía tener listo meses atrás, incluso como parte de los acuerdos que allanaron su apoyo a los últimos Presupuestos Generales del Estado. Pero la madeja se ha enredado. De momento, la consejería vasca de Autogobierno ha enviado ya sus alegaciones a la propuesta inicial del ministerio y aún no ha recibido respuesta de Madrid. «Llevará tiempo», conceden fuentes socialistas. En una entrevista en EL CORREO, el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, ya apuntaba la semana pasada que «hay múltiples elementos técnicos, incluidas inversiones, que han de desbrozarse». «Lo importante es que sigamos trabajando en un clima de lealtad y confianza. Se está hablando y llegará», zanjó.

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El Gobierno vasco permanece asimismo a la espera de respuesta de las propuestas que envió las pasadas Navidades para transferir meteorología, gestión del litoral y el fondo de protección a la cinematografía. Y, a su vez, la consejera Olatz Garamendi trabaja ya en un documento, pendiente de envío, para asumir Inmigración, una de las materias del segundo bloque -en teoría previstas para octubre de 2021-, que sigue dependiendo del ministerio de Escrivá y que ahora cobra especial relevancia porque permitiría al Gobierno vasco diseñar y gestionar su propia política de acogida a refugiados. No obstante, es dudoso que sea clave en la llegada de los ucranianos que huyen de la guerra porque el documento base, que después debe ser examinado y devuelto por Madrid, está aún en fase de elaboración en Lakua.

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