Aena proyecta ampliar el aeropuerto de Loiu a partir de 2027 con dos nuevas 'alas'

Aún quedan muchos flecos sueltos. Por el momento, Aena no ha detallado el presupuesto que deberá destinar a extender 'La Paloma'. Tampoco ha adelantado la fecha exacta en la que las máquinas podrán comenzar a trabajar sobre el terreno. La Delegación del Gobierno en Euskadi se limitó a asegurar que el proyecto «está contemplado» para el quinquenio 2027-2031. Lo que sí se ha confirmado es que la obra se acometerá por ambos lados del edificio y no solo por uno (otra de las opciones que se habían planteado a lo largo de los años). El plan difundido ayer permitiría a la infraestructura ganar cerca de 25.000 metros cuadrados de superficie.

Fuentes del Ejecutivo central detallaron que la finalidad de extender ambas alas es aumentar la capacidad del procesador central para mejorar el flujo de pasajeros y «dotar de mayor superficie» los espacios destinados a facturación, control de seguridad y control de fronteras. Unos trabajos que no serán fáciles y que requerirán de años para que se conviertan en una realidad.

El anuncio, del que hizo un adelanto en abril de 2024 el director de Aena, Maurici Lucena, se ha hecho efectivo en un momento en el que Loiu no para de batir récords de pasajeros. El aeropuerto diseñado por Santiago Calatrava registró el pasado ejercicio 6,7 millones de viajeros. Nunca se había contabilizado una cifra de tal magnitud. El crecimiento ha sido exponencial, sobre todo en los últimos tiempos -en 2018 se contabilizaron 5,4 millones de pasajeros frente a los 3,8 de 2006-, y todo hace pensar que 2025 concluirá como otro año histórico para el aeródromo. Los datos así lo dejan intuir. El pasado mes 'La Paloma' alcanzó el mejor agosto de toda su trayectoria. Se registraron 679.086 pasajeros, un 1,5% por encima de las cifras contabilizadas en 2024.

Aunque el aeropuerto ha ido acometiendo obras y mejoras puntuales para adaptarse a los nuevos flujos, nunca antes se ha enfrentado a una reforma estructural. La primera vez que se habló de extender la terminal fue en 2008. Por entonces, la socialista Magdalena Álvarez, al frente del Ministerio de Fomento, planteó la opción que ahora defiende el Gobierno central: alargar las alas del actual edificio por un lado, y por el otro. El coste que se calculó para que el proyecto pudiese ser una realidad fue de 120 millones de euros. Dinero que finalmente no se llegó a presupuestar. La crisis financiera y la falta de liquidez de las administraciones públicas frustraron los planes y el proyecto cayó en saco roto.

La siguiente vez que Aena sopesó la opción de dotar de mayor espacio al aeropuerto de Bilbao fue en 2020, aunque el proyecto que se presentó fue muy distinto. Lo que se propuso fue extender la terminal solo por un lateral, como si se tratara de un edificio adyacente. Pero la iniciativa tampoco prosperó. La pandemia obligó a paralizarlo todo. Ahora, esa idea ha sido descartada de forma definitiva.

La propuesta que sí queda recogida en el documento de inversiones hasta 2031, además de estirar los extremos, contempla adecuar la plataforma a la ampliación del edificio para que las puertas de embarque puedan disponer de pasarelas. Se descarta alargar las pistas al considerarlas «suficientes» para la «operación prevista a largo plazo».

El Gobierno defendió el proyecto de inversiones presentado ayer como una oportunidad para «atender la demanda futura» y garantizar la «seguridad, calidad y sostenibilidad» de la red aeroportuaria. El atractivo de Bizkaia como destino turístico hace pensar que el número de viajeros que pisan la terminal no parará de crecer, lo que justificaría esa necesidad de ampliación. Calatrava diseñó el aeropuerto para un trasiego de 4,5 millones de pasajeros, dos millones menos que los contabilizados el pasado año.

Además de las actuaciones en Bilbao, el plan también prevé mejoras en los aeropuertos de Vitoria y San Sebastián. En ellos se proyectan actuaciones en el campo de vuelo, la seguridad y, en el caso de Foronda, un nuevo sistema de tratamiento de equipajes, entre otros.