El gasto en rehabilitación de viviendas supera por primera vez a la inversión en obra nueva
El presupuesto en Euskadi para reformas superó los mil millones de euros en 2023, la cifra más alta desde que hay registros
Por primera vez desde que hay registros sobre estadísticas de edificación de viviendas en Euskadi, que se remontan a la década de los noventa, lo ... gastado en obras para la rehabilitación de inmuebles superó a lo invertido en la construcción de nuevos edificios durante 2023. Las estadísticas en poder del departamento de Vivienda del Gobierno aseguran que el pasado año se presentaron presupuestos para levantar pisos por valor de 763 millones y sin embargo se registraron proyectos de rehabilitación por valor de más de mil millones. Entre estos últimos, los trabajos más comunes eran la ampliación de edificios, las segregaciones de domicilios, la instalación de ascensores o el acondicionamiento interior de pisos.
Este escenario es inédito, no sólo en Euskadi, sino en el conjunto de España, según ha reconocido Mario Yoldi, director de Planificación y Procesos Operativos del Gobierno vasco. El responsable explica a este periódico que «no hay ninguna otra comunidad autónoma donde ocurra» este extraordinario fenómeno. «En Europa, en términos medios, es ya habitual que tenga más peso la rehabilitación de viviendas que la nueva edificación, pero aquí no. Quizá dentro de poco se incorpore Navarra a estos nuevos pesos y tiempos», añade.
El cargo del departamento de Vivienda asegura que hay varios factores que justifican este cambio de tendencia. Primero, que «los procesos de rehabilitación son más sencillos que los de edificación». «Construir es muy complicado, sobre todo en aquellos entornos en los que ya hay un parque inmobiliario importante como es nuestro caso», apunta. Pero además, el experto incide en que la restauración es algo «eficiente y económico». Los datos avalan su postura. Si una vivienda nueva tiene un precio medio, según el informe, de unos 606.000 euros, el coste medio de una reforma se reduce hasta los 62.000. «Las administraciones públicas llevan tiempo fomentando este tipo de políticas porque son sostenibles y de interés para los ciudadanos», concluye.
«Construir es complicado, sobre todo en los lugares donde no hay suficiente suelo listo para poder intervenir», explica Yoldi
Peores datos en Bizkaia
El informe anual sobre estadísticas de inmuebles publicado por el Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes liderado por el socialista Iñaki Arriola, arroja datos sorprendentes. Las licencias de obra mayor concedidas -aquel permiso que otorga un ayuntamiento para autorizar la ejecución de obras de gran calado- batieron en 2023 un nuevo récord con 3.883 autorizaciones. De las mismas, sólo 386 estaban destinadas a nuevas plantas, un 25,2% menos que en el ejercicio anterior. A nivel provincial, Bizkaia es el territorio que peores datos presenta. El motivo, según el Gobierno vasco, es que «tiene más dificultades para construir que, por ejemplo, Álava», donde estos permisos se han reducido un 25%. «En Bizkaia hay una menor actividad porque dispone de menos suelo finalista -listo para poder intervenir-, algo clave para poder edificar», reconoce Yoldi. Así, el territorio perdió la tercera parte de las licencias de este tipo en el último año, pasando de 224 actuaciones a 149.
Los mejores años para el ladrillo en Euskadi, al igual que en el resto de provincias españolas, se registraron antes de 2007. Después, la crisis inmobiliaria provocó un fuerte parón en las construcciones, lo que llevó a que las licencias de obra nueva cayeran en picado frente a las de rehabilitación, que fueron creciendo de forma progresiva hasta representar este pasado año el 88,4% del total de los trabajos, el porcentaje más alto desde que existen datos. A pesar de ello, y aunque 2023 es uno de los ejercicios en los que menos licencias de obra nueva se han concedido, Yoldi asegura que el sector comienza poco a poco a «reactivarse», aunque de forma «relativa». «Lo que ocurría antes -el economista alude a los niveles de edificación que se registraban en la primera década del siglo XXI- tampoco era bueno», determina.
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Bizkaia agrupa el 50% de los pisos vendidos en 2023
Otro dato que llama la atención es que el pequeño incremento en el número de licencias concedidas en 2023 (un 1,1% más que en el ejercicio anterior) se produce principalmente por el aumento de obras para fines no residenciales, sobre todo en lo que se refiere a actividades relativas al sector servicios o la industria. Hablamos de edificios con utilidad turística, plantas industriales, locales comerciales, establecimientos hosteleros... Inmuebles que potencian «la actividad económica vasca». Por poner un ejemplo, de las 1.144 licencias que se contabilizaron para este fin, siete de cada diez estaban dirigidas al sector servicios, un dato «significativo si se tiene en cuenta que nunca se había llegado a estos valores».
El documento, que se nutre de la información sobre edificación y compra de suelo que trasladan al Gobierno vasco los 251 consistorios vascos, desvela también a cuántas viviendas afectan las licencias de obra que se hayan concedido. La cifra se eleva hasta los 7.075 pisos, casi un millar más que en el periodo que le antecede, a pesar de que el porcentaje de permisos relacionados con la obra nueva haya caído. ¿Cómo es posible esto? Yoldi matiza que en los últimos tiempos es cada vez más común observar cómo se crean nuevas viviendas por procesos de rehabilitación y no de construcción. «A veces se producen reformas para crear en un mismo edificio más viviendas o se cambia el uso de un local comercial para que se convierta en domicilio». Así se explicaría cómo puede crecer el porcentaje de nuevos domicilios sin que se notifiquen más permisos», detalla.
Junto a las licencias de rehabilitación y nueva planta, las estadísticas también recogen las demoliciones, las cuales nunca han superado el 3% del conjunto. Durante el 2023, Euskadi concedió un total de 64 permisos para el derribo total o parcial de un edificio, lo que representa un 13,5% menos que en el año anterior.
En su contexto
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3.883 licencias de obra mayor se concedieron en el conjunto de Euskadi el pasado año.
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La única comunidad «En Europa es común que se invierta más en rehabilitar que en obra nueva, pero en España somos los únicos con estos datos», dicen desde el Gobierno vasco.
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Impacto en los pisos Aunque en 2023 se han registrado menos licencias de nueva planta que en otros ejercicios, el número de viviendas previstas aumenta hasta las 7.075.
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88,4% del conjunto de las licencias correspondían a rehabilitaciones, el valor más alto registrado.
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1.144 permisos se solicitaron para fines no residenciales, sobre todo por parte del sector servicios.
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