Futuro incierto
Crónicas domésticas ·
Lo que nos espera una vez concluya el encierro es una de las grandes inquietudes de diferentes personajes de la villaTxema Soria
Viernes, 24 de abril 2020, 01:05
Hace 22 años que Sylvie Lagneaux ejerce como cónsul de Bélgica en Euskadi, Cantabria, Rioja y Navarra. En esta tesitura, con Europa cerrada, ha tenido ... que dedicar parte de sus horas a atender a varios chicos y chicas que estaban de Erasmus en Bilbao y no podían volver a su casa y algún nacional que tenía contrato de trabajo en Bélgica. «Lo que más me agobia -dice- es no saber cuánto tiempo vamos a tardar en movernos, en estar con la gente, en viajar». Aprovecha el confinamiento para asistir a conferencias telemáticas que ofrece Deusto Alumni.
Susana Palomino, cónsul de Filipinas en el País Vasco, Rioja, Navarra, Cantabria, Asturias, Burgos y Palencia, dedica parte de su tiempo a atender a la comunidad filipina radicada en la zona. Un colectivo que lo está pasando mal en estos momentos, ya que la mayoría trabaja en la hostelería. La otra parte de sus horas -es jefa de Marketing y Comunicación de Metro Bilbao- las dedica a teletrabajar.
Alejandro Beitia, director general del circuito Coliseo, empresa familiar que gestiona cines en Bilbao y Logroño, cumplió años el pasado 14 de marzo, el día del comienzo del encierro. Emplea sus horas en trabajar y en ver mucho cine, especialmente las películas de los hermanos Coen. «El formato del cine lo tiene complicado en el futuro. Este confinamiento ha hecho que todos sepamos manejar las nuevas tecnologías, bajarnos series de Netflix o HBO».
Jordi Albareda, director de Fair Saturday, proyecto de innovación social basado en la cultura, se levanta a las seis de la mañana y hasta las nueve se dedica a trabajar en el más absoluto silencio. «Estoy disfrutando del amanecer. En este confinamiento nos hemos dado cuenta de que aspiramos a buscar lo bello, lo esencial». El Fair Saturday, que se celebrará el último sábado de noviembre, dedicará sus esfuerzos a apoyar a la cultura: grupos musicales, librerías, coros...
Al hostelero Manu Iturregi, que regenta el pub Residence, le ha dado por cocinar «recetas de toda la vida» en estos días de encierro. «Nadie sabe cuándo podremos abrir los locales ni cómo serán los aforos», subraya. Dedica su tiempo a leer libros y publicaciones relacionadas con su profesión y a dar alguna charla sobre el whisky a través de las redes sociales.
A Eugenia Griffero, responsable de la galería Aldama y Fabre y directora del proyecto internacional del Festival Internacional del Grabado de Bilbao, el encierro le cogió volando desde Nueva York. Griffero aprovecha el día para hacer yoga o sacar a su perrito, Kokotxas. A diario habla con el equipo del FIG -celebra su festival en noviembre-, con los que está preparando los escenarios de futuro.
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