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La rectora saliente de la UPV/EHU, Eva Ferreira, realizó ayer el balance de su mandato. En concreto, destacó el incremento en el presupuesto de ... la institución académica, la consolidación de la plantilla y el impulso a la formación y a la investigación colaborativa. Uno de los logros que más visibilidad ha tenido ha sido poner en marcha la nueva facultad de Medicina y Enfermería de Basurto, pese a las dificultades por el incremento de los costes como consecuencia de la crisis inflacionaria por la guerra en Ucrania. Su apertura está prevista para el curso 2026/27. Una hoja de servicios que le permiten «cerrar esta etapa con sentimiento de orgullo».
Ferreira llegó a la dirección de la universidad pública el 25 de enero de 2021. Euskadi aún vivía con severas restricciones sanitarias, por lo que la pandemia marcó la primera mitad de su mandato. A pesar de ello, se logró mantener «el máximo nivel posible» de presencialidad. Una combinación «adecuada» con las herramientas 'online' permitió que el curso se desarrollase de forma «excelente», destacó ayer la mandataria, que cede el testigo a Joxerramon Bengoetxea. El nuevo equipo tomará posesión el lunes en un acto con el lehendakari en Ajuria Enea.
En el siguiente curso se abrió «un proceso de escucha activa» que culminó en la aprobación con amplio consenso del plan estratégico que permitió desarrollar planes como el de internacionalización, inclusión, igualdad o comunicación. El nuevo plan universitario 2023-2026, elaborado junto con el Gobierno vasco, supuso un aumento de la inversión pública y «un buen punto de partida» de cara al modelo de financiación que propone la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), que plantea alcanzar una inversión anual equivalente al 1% del PIB. Los avances con el Ejecutivo autonómico y la captación de recursos propios han elevado el presupuesto de la institución académica un 22% durante el mandato de Ferreira hasta superar los 530 millones de euros.
Cuando la UPV/EHU recuperó en 2024 su lugar entre las 400 mejores universidades del mundo según el ranking de Shanghái, tras caer un peldaño el año anterior, fue un momento de alegría para la mandataria. «Estamos en el podio de la investigación internacional, en un contexto global de cada vez mayor competencia», celebró entonces Ferreira.
En el lado contrario se situó la polémica por la «precariedad» del profesorado sustituto, que la rectora siempre atribuyó a un efecto no previsto de la LOSU. El equipo rectoral decidió reforzar la figura del personal ayudante doctor y se crearon casi 1.000 plazas de este tipo. A ello se une la estabilización del 92% del personal de gestión, administración y servicios y distintos acuerdos con la mayoría sindical para la mejora de las condiciones laborales.
«Queda mucho por hacer, pero el camino recorrido nos permite cerrar esta etapa con sentimiento de orgullo. En 2025 tenemos una universidad pública consolidada y fortalecida como agente vertebrador social y territorial, como agente vertebrador de la red vasca de ciencia, tecnología e innovación», señaló ayer Ferreira en su despedida, antes de desear «lo mejor» al nuevo rector.
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