La escuela de Atxuri toma la calle para reclamar «zonas seguras para los alumnos»
La comunidad escolar se moviliza para denunciar el impacto del tráfico en su entorno y solicitar una ampliación de la acera
«Necesitamos que se amplíe la acera». Este ha sido el grito unánime que ha expresado este jueves por la tarde la comunidad del colegio ... Maestro García Rivero, ubicado en el barrio bilbaíno de Atxuri, en una concentración destinada a exigir «mejoras que hagan más amable el entorno» y, sobre todo, garanticen la seguridad y la salud de los alumnos.
Entre profesorado, familias y alumnado (niños y niñas de entre 2 y 12 años) han abarrotado el primer carril de la calle Atxuri bajo el lema 'merecemos un entorno escolar seguro y saludable'. Es precisamente esa vía de la carreta por la que pasa su reivindicación más inmediata: reclaman ampliarla y plantar varios árboles, de manera que formen una especie de muro verde que proteja a los alumnos del ruido y la contaminación de los vehículos cuando juegan en el patio. De hecho, antes de que empezara la concentración parte de los estudiantes se ha lanzado a ese tramo de la calzada a dibujar baldosas de Bilbao y simular así su peatonalización.
La realidad es que el espacio para el tránsito peatonal en el que está ubicada la escuela de Atxuri es reducido. Durante la concentración de esta tarde en varios momentos los coches han obligado a la comunidad a dar un paso atrás para evitar un susto mientras los alumnos les mostraban carteles reclamando espacios seguros para los peatones. Que la salida del colegio coincida con un punto en el que confluyen coches, Bilbobus y tranvía tampoco ayuda a unas familias que han reclamado «voluntad política» para solucionar la situación.
«Estamos ante una gran oportunidad para mejorar la salud de nuestros hijos» ha asegurado Joana Regueiro, presidenta del AMPA del centro, para después denunciar que «en tres años solo hemos conseguido un valla para desviar el tráfico» Se refería a la protección metálica facilitada por el Ayuntamiento de Bilbao que utilizan los padres y madres para cortar una de las calles laterales por la que transitan tres líneas de autobús que tiene la cabecera en el colindante muelle de Ibeni. Cada día, coincidiendo con los horarios de salida del colegio, las familias se turnan para desviar el tráfico durante 20 minutos.
Reducir el ruido
La de esta tarde es la segunda movilización de estas características que celebra, pues hace un año tuvo lugar una similar. La comunidad escolar no quiere que la reivindicación se quede solo en la necesidad de ampliar la acera y remarcan la importancia de reducir las tasas de ruido y contaminación pues, según aseguran desde el AMPA, «superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud».
Pero van incluso más allá y reclaman reformas en el interior de un edificio levantado hace 100 años. La ventanas, por ejemplo, nunca se han renovado y el patio trasero está deteriorado. Al no contar tampoco con un espacio cubierto, los chavales por el día se amontonan en el hall de la escuela. Las familias también denuncian que la sala multiusos «tiene un problema de sobrecarga que impide organizar actividades que impliquen saltos.
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