La Ertzaintza tiene constancia de 45 manifestaciones y actos en Euskadi de cara al 8-M

Estas convocatorias se producen en plena polémica sobre la conveniencia de celebrar los actos reivindicativos por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en plena pandemia del Covid-19. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguró el miércoles que la situación epidemiológica «no permite llevar a cabo» las manifestaciones del 8-M «ni se entendería que se llevarán a cabo». «Creo que estoy siendo clara y diáfana», dijo Darias. En esta misma línea, el jueves, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, aseguró que «no es el momento adecuado para hacer grandes manifestaciones masivas». Artolazabal instó a los colectivos sociales a ser «responsables» y celebrar «con mucha prudencia» y «sentido común» estos actos. Existen «muchas otras formas de reivindicar» la igualdad que no implican salir a las calles, dijo la representante del Ejecutivo autonómico.

Los llamamientos institucionales a no celebrar este año el 8-M -o a realizarlo de forma moderada- no han impedido que los colectivos feministas se empiecen a movilizar. Horas después del llamamiento realizado por Artolazabal, el Movimiento Feminista de Euskal Herria anunció que ya ha convocado marchas en las tres capitales de Euskadi, en Pamplona y en Bayona, además de en distintas localidades vascas. Desde la plataforma insistieron en que quieren actuar con la «responsabilidad que nos corresponde», pero consideran necesario que las calles vuelvan a ser el principal escenario en el que mostrar sus reivindicaciones.

En Madrid, el movimiento feminista Comisión 8-M también anunció ayer la convocatoria de diversos actos en la ciudad. «Va a ser un 8-M diferente, pero nadie nos puede callar », dijeron sus representantes, en una respuesta velada a la ministra de Sanidad, que desaconsejó la celebración de movilizaciones con un taxativo «no ha lugar». Más flexible se mostró el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. «No es lo mismo estar apretado bajo un paso de Semana Santa que en una concentración de 500 personas guardando las distancias», apuntó Simón.

De hecho, el número máximo de personas que podrán participar en estos actos es otra de las cuestiones que depende de cada comunidad. En Madrid, la Delegación del Gobierno ha establecido que las manifestaciones no podrán superar el medio millar de personas.

En Euskadi, en cambio, no hay límite de participantes. El único requisito -explican desde el Departamento de Seguridad- es «comunicarlas» con antelación y que los asistentes cumplan con las restricciones generales impuestas por la pandemia por el Gobierno vasco. Es decir, se deberá usar mascarilla, cumplir con el distanciamiento y respetar los confinamientos municipales. En otras palabras -si no cambian las normas en los próximos días-, la ciudadanía sólo podrán participar en los actos que se organicen en sus pueblos o en los colindantes.