Los emblemáticos Lancor y Consonni serán demolidos al sufrir graves daños estructurales
Igual que ocurrió con Tarabusi, el mal estado de los edificios impedirá conservarlos como vestigios del pasado en Zorrozaurre
Los edificios Lancor y Consonni son dos de las presencias clásicas, persistentes, en la isla de Zorrozaurre. Sobreviven en la punta norte, rodeadas de parcelas ... vacías y de calles nuevas. Desde un principio, desde que se diseñó el futuro de este trozo de Bilbao entre la ría y el canal de Deusto, se les había incluido a ambos en la lista de inmuebles que se iban a mantener en pie -restaurados, claro- con la intención de preservar la memoria del pasado industrial.
Pero no va a poder ser. Ambos edificios sufren serios daños estructurales y deberán ser demolidos. Eso sí, los nuevos que se levanten en el mismo lugar mantendrán la misma estética que los actuales, con un volumen intermedio que los conectará. Es lo mismo que ocurrió con el viejo Tarabusi, donde ahora se está levantando la sede del parque tecnológico de Zorrozaurre y que también estaba en el catálogo de inmuebles a conservar. El edificio futuro tendrá un diseño similar al anterior, con un anexo moderno que le hará ganar espacio y un aire contemporáneo.
Hay varios motivos para justificar la demolición de Lancor y Consonni. Desde el Parque Tecnológico de Euskadi (Parke), la entidad que agrupa a los que funcionan en la comunidad autónoma y donde se integra el Campus de Zorrozaurre (este es su nombre oficial), apuntan en primer lugar que ambos inmuebles sufren graves daños estructurales. Hay que tener en cuenta que están muy próximos a la ría y, en un terreno tan endeble y poroso, las filtraciones del agua salada llegan hasta los cimientos. Por este mismo motivo, en el otro lado de la isla, en el mencionado Tarabusi, han desistido de construir un parking subterráneo que dispararía los costes de edificación.
Además, y como impactos adicionales que han castigado a Lancor y Consonni en los últimos años, están los incendios que se han producido ahí, donde viven decenas de personas sin hogar.
Por otra parte hay que tener en cuenta que estos dos edificios, construidos a mediados del pasado siglo, están en la cota original de la isla, como empozados. Es decir, la nueva urbanización ha elevado metro y medio la altura del terreno a base de rellenos con el fin de evitar inundaciones. Así que estos inmuebles se han quedado más bajos. De ese modo, las entradas actuales, las originales, se encuentran metro y medio por debajo del paseo que discurre frente a ellas, cosa poco operativa por motivos evidentes.
Los edificios de Lancor y Consonni van a ser utilizados por la Corporación Mondragon para ubicar ahí el centro Bilbao Bizkaia Digital Faktory. Ya cuando se presentó el proyecto, hace un par de semanas, se avanzaba que eso iba a suponer la «reconstrucción» de ambos inmuebles, que son propiedad del Ayuntamiento de Bilbao. La inversión será de más de veinte millones de euros. La Corporación tiene un convenio específico con el Consistorio, con quien mantiene una estrecha colaboración en diferentes inmuebles.
Punto de inicio
Mondragon tiene opción de compra para hacerse en el futuro con la plena propiedad de la finca. El objetivo es desarrollar ahí un polo de atracción de talento y empresas de alto valor añadido en tecnologías digitales: inteligencia artificial, analítica de datos, ciberseguridad, humanidades digitales, mecatrónica, robótica y sistemas inteligentes de energía, entre otras.
Según los planes de la Corporación, después del verano comenzarán los trámites para recabar las licencias de obra en las oficinas municipales. Y será entre los años 2026 y 2027 cuando se desarrolle la reconstrucción de ambos edificios, llamados a tener un protagonismo especial en el desarrollo del parque tecnológico de Zorrozaurre.
De momento, lo que ya está en construcción es la sede de este polo empresarial donde estaba el viejo Tarabusi. Y la ingeniería Idom también ha comprometido su presencia con la Idom Science Factory/Zientziola. La levantará en una parcela que también es de propiedad municipal cuyo derecho de superficie está cedido a Parke; y esta institución cede a su vez el derecho a Idom. Será la empresa la que construirá el inmueble, de dos volúmenes, en el que invertirá 50 millones de euros. La obra podría empezar en 2026 y durará tres años.
En el futuro Parke podría ejecutar la opción de compra en favor de la empresa. Idom Science Factory/Zientziola aspira a impulsar la actividad de diseño y suministro de sistemas de ingeniería complejos para Ciencia y Tecnología, en campos como la astronomía, la física de partículas y nuclear, el espacio y las energías renovables, entre otros.
Todo lo anterior supone la puesta en marcha del parque tecnológico urbano de Bilbao, que pretende reactivar la economía de la ciudad y atraer empresas que se unan a las dos firmas locales que ya han anunciado inversiones.
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